Todavía tenía un poco de tiempo antes de reunirme con Tobias.
Después de encontrarme con Uriah en el pasillo, se me quitaron las ganas de regresar a los dormitorios, así que anduve recorriendo varias tiendas del Pozo que no sabía si quiera que existieran. De pronto sentí que alguien me jalaba por el brazo y me obligaba a entrar a una tienda. Furiosa, me giro para ver a la persona que lo ha hecho y me encuentro con una chica que al parecer tiene más años que yo. Es quien arregló mi cabello.
-¡Suéltame! -me queje e intenté liberar mi brazo, pero ella era un poco más fuerte que yo.
Ella ignoro mi queja y mientras me jalaba me conducía por un pasillo oscuro hasta una puerta negra. Atravesamos la entrada y cerró con seguro. Al parecer estamos en su departamento.
-Tenemos que hablar ahora. -dice seriamente en voz baja. Parecía nerviosa.
-¿De qué quieres hablar? -le pregunté cruzándome de brazos.
-Te dije que te buscaría. -me mira esperando a que diga algo, pero no se me ocurre que decir.- Y aquí te he traído.
-En contra de mi voluntad. -
-No habías venido si te lo hubiera pedido amablemente. -
-No te conozco. -
-Soy nacida en Cordialidad.
-¿Y eso qué tiene que ver con lo que me aseguraste el otro día? -pregunto irritada.
-Conozco a tu hermano. -mi expresión se endurece. -Fuimos compañeros de iniciación.
-No tengo idea de qué me hablas. -miento.
-Claro que la tienes. -repone. -Tu hermano es Cuatro.
-Eso es mentira. -
-Ambos son tan parecidos que cualquier persona observadora se dará cuenta. -dice quitándole importancia.
-Ese día aseguraste que me ayudarías. -recuerdo.- Pero... ¿en qué?
-¿Cuál fue tu resultado en la prueba de aptitud? -
-Tenemos prohibido decir nuestros resultados. -
-Para ayudarte tienes que confiar en mi. -
-No te diré. -le digo. Ella no me inspira confianza.
-Eres divergente. -se apresura a decir.
-¿Qué dices? -pregunto fingiendo confusión.
-Sabes perfectamente de lo que hablo. -
-No, no lo sé. Mi resultado fue osadía y por eso estoy aquí. -le aseguro y comienzo a dirigirme hacia la puerta por la que entramos, cuando estoy a punto de abrirla ella me detiene.
-Es peligroso ser divergente, por eso necesitas mi ayuda. -insiste susurrando muy bajo.
-Te equivocas, no la necesito. -tras decir esto me apresuro a atravesar el pasillo y a salir de la tienda.
No me sigue y espero que no me vuelva a buscar.
Algo me dice que no confíe en ella, ni en ella ni en nadie desconocido. No entiendo cómo es que se ha enterado de que mi resultado fue confuso, ¿acaso tengo un tatuaje con la palabra "Divergente"? Necesito hablar con Tobias sobre esto, sé que él es de fiar y que seguramente me ayudará o al menos me entenderá. ¡Cuatro! Hace quince minutos que ya debería de estar en la sala de entrenamiento con mi hermano. Comienzo a correr hacia allá. Atravieso es Pozo y logro observar que la mayoría de las familias que siguen con sus hijos son osadas.
Entro a la sala de entrenamiento y veo que Cuatro está escribiendo en una pizarra. Aunque está de espaldas a mí, sé que ha notado mi presencia.
-Lo siento, se me ha hecho un poco tarde. -me disculpo en cuanto llego a su lado.
-Sabía que vendrías. -
-¿Qué es lo que escribes? -
-La posiciones finales de la primera etapa. -se limita a responder y sigue su trabajo.
-He salido tercera. -digo sorprendida al ver mi nombre. Siento un gran alivio, he podido sobrevivir a la primera etapa y con una posición destacada.
-De hecho has salido segunda. -dice y lo miro confundida pidiendo una explicación.- He convencido a Eric de que deberías estar en tercer puesto.
-¿Por qué has hecho eso? -
-Has vencido a Peter, eso automáticamente te manda a segundo puesto. -empieza a explicar.- Es problema es que desde que los iniciados compiten por obtener un lugar en Osadía, pueden llegar a ser capaces de herir a sus compañeros.
-Dudo que Peter pueda hacerme daño. -le aseguro.
-Lo mejor es ser precavidos. -
-Supongo que tienes razón. -me limito a decir.
Nos quedamos en silencio por un rato. Decido esperar a que termine de escribir todos los nombres de los trasladados para contarle sobre mi prueba de aptitud.
-Te preocupa algo. -afirma mi hermano cuando termina.
-Mi resultado de la prueba de aptitud. -le susurro en un tono muy bajo.
-Aquí no. -dice él confundiéndome.
-¿Qué? -
-Hay cámaras. -dice en tono muy bajo. -Sígueme.
Cuatro guarda la pizarra y se dirige a la salida para después ir hacia un pasillo no concurrido. Lo sigo sin poner ninguna objeción hasta que se detiene.
-¿Cuál fue tu resultado? -pregunta susurrando.
-Osadía. -respondo.
-¿Qué más? -
-Erudición. -
-Divergente. -
-Y me han dicho que es peligroso. -
-Lo es. -
-¿Por qué? -pregunto curiosa.
-Los divergentes no encajan en una sola facción, sino en varias, lo que hace que sea más difícil controlarlos. -
-¿Qué hacen con ellos? -
-Cualquier día podrían aparecer muertos. -
-Por eso es importante que lo mantenga en secreto.
-Ten cuidado con lo que haces. -
-¿Puedo preguntarte algo? -en cuanto hablo, Cuatro me hace señas para que lo siga. Aunque no me contesta, decido preguntar.- ¿Para qué querías verme?
-Se supone que hoy los osados deben estar con su familia. -responde con media sonrisa.
-Por supuesto, y nos hemos reunido para que todos sepan que somos familia, ¿no es así? -bromeo.
De repente se detiene y se gira a verme.
-Lo mejor es que vuelvas con el resto de los trasladados. -señala con la cabeza una puerta que está a unos metros y me doy cuenta de que me ha traído de regreso al dormitorio.
-Esta bien, ya nos veremos después. -me despido y comienzo a caminar hacia la entrada, pero él me detiene del brazo.
Inesperadamente, Cuatro se acerca y me abraza. Le correspondo el abrazo. Él me dice la verdadera razón por la que me ha buscado.
-Nuestra madre está viva. -
Me quedo paralizada mientras mi hermano se aleja sin darme alguna explicación. Me deja confundida y con un sentimiento de incredulidad.
Mi madre no puede estar viva.
Está muerta.
Pero Tobias nunca me ha mentido.
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Cher... ¿Eaton?
FanfictionUna elección te puede dar libertad. Charlotte Eaton, hermana de Tobias Eaton. Los dos son agredidos de igual forma por su padre Marcus Eaton, líder de la facción de Abnegación. Los dos tienen que seguir sus órdenes a la perfección o recibirán un sev...