No tan desconocidos. (SouHaru)

Capítulo 15: El pelirrojo entra en acción.

La ligera comida que preparó Haruka estaba deliciosa para ambos y, como siempre, con caballa. Tras eso, Rin propuso ir a dar una vuelta para bajar el manjar, a lo que el moreno accedió sin tener en cuenta que este le llevaría a una piscina.

Iban hablando de temas como la natación y anécdotas de la vida, aunque más bien era solo el pelirrojo el que hablaba, en su mayoría. Cuando Haru vio que estaban casi en Samezuka se extrañó y quiso preguntar a su compañero pero le cortó con una de las historias en la que le ganaba a Sousuke cuando jugaban a "piedra, papel o tijera". Eso le hizo pensar en Yamazaki y, a su vez, le distrajo cuando acabó viéndose dentro de la academia.

Estaba tan sorprendido que no tenía palabras para quejarse ya que intuía que su amigo quería nadar. En uno de los viajes por los pasillos de Samezuka se encontraron con Sousuke, tanto él como Haru se sonrojaron ligeramente al verse ya que el pelirrojo no sabía nada a cerca de su nueva relación.

«Pues ya que estamos los tres, ¡¿podríamos ir a nadar?!»

Sousuke se quedó con cara de asombro puesto que no pensó que se lanzaría a llevarlo a la piscina y Haruka tenía una expresión de miedo en su cara. Al fin y al cabo seguía teniendo marcas en el cuerpo visibles si se fijaban. No quería ir e intentó convencer al pelirrojo pero fue en vano.

Así, llegaron los tres chicos a la piscina, pero no fue al mismo tiempo. Los morenos fueron primero y, Sou, haciéndose el tonto, se exculpó por su compañero.

«Si es por los cardenales, espero que no los vea... Quiero nadar.»

Sou rió ante el comentario y contestó.

«Todo sea por nadar.»

Haru hizo una muesca de molestia sin motivo de enfado y salieron los dos para la piscina. Rin quedó impactado con los poco visibles pero existentes marchas de golpes en el cuerpo de su amigo, lo que pudo notar Sou por lo que intentó desviar su atención, sin embargo, antes de que pudiera decir nada el menor ya estaba nadando en su querida agua. Los dos chicos le miraban con una mirada tierna al ver que su forma de nadar no había cambiado tanto y que, en cierto modo, estaba mejor, pero ambos sabían que no era así.

Los tres estuvieron nadando y compitiendo hasta que se hizo tarde así que salieron del agua y fueron a cambiarse después de una ducha rápida.

Rin no sabía qué hacer, su amigo estaba herido y de una de las peores maneras, por ello y por seguridad de este le acompañaron a casa. El camino fue típico; Rin era el que mas hablaba y Sousuke casi siempre le contestaba, siendo Haru el que escuchaba. En su camino, a este último le dio un vuelco el corazón cuando vio a los chicos que lo violaron con otro más. Se le quedaron mirando y el moreno reaccionó bajando la cabeza e intentando ir más rápido. Sousuke sabía lo que pasaba, así como Rin pero él debía hacer como si nada supiera. Los tres chicos empezaron a seguirles y el pelirrojo, en un intento disimulado de hacerles irse, les habló.

«Hey, nos da la sensación de que nos seguís, ¿pasa algo?»

«No, nada, sólo queríamos hablar con nuestro amigo.»

Tatsuya fue el que habló y el cual le produjo tanto daño.

Obviamente no le dejaron y salieron detrás de Haru, el cual había empezado a correr y, por suerte, no le habían seguido hacia su casa. El menor no habría la puerta y se podían escuchar ciertos sollozos en ella, debía estar sentado en el suelo del portal. Rin intentó que abiera pero le hacía caso omiso, este se llevó una sorpresa cuando a Sousuke sí le dejó entrar.

«¿No crees que Rin deba saberlo? Es tu amigo y todo sería mas fácil para ti.»

«Su reacción no será buena...»

«Eso no lo sabes.»

Y tras eso, él abrió la puerta y dejó entrar a su compañero. Los tres pasaron al salón y el mayor decidió contarle todo a Rin, sabía que Haru se podría enfadar pero ambos sabían que era por su bien. Una vez que el pelirrojo supo el problema se echó a llorar. Haru se llevó una sorpresa y le alivió ver esa reacción. Al ver a su amigo, soltó un suspiro y una leve sonrisa; sus amigos se preocupaban por él y no le juzgaban. Esto le llevó a tomar una decisión por lo que cogió el teléfono con un valor incontrolable.

«¿Te puedes pasar a mi casa? Tengo algo que decirte.»

Llamó a Makoto, él más que nadie debía saber lo que le pasó. Y, como dijo en la llamada, el castaño fue a su casa. Makoto se quedó asombrado al ver a parte del equipo de Samezuka y uno de ellos con los ojos de haber llorado hace poco. Se sentó y le explicaron todo, también se puso a llorar y a disculparse con Haru por no haberse dado cuenta. Su amigo le consoló.

-Haru: ya sabéis lo que pasó y ya estoy mejor así que no hace falta que os preocupéis más.

-Makoto: de eso nada, Haru. Esos chicos tienen que pagar por lo que hicieron.

-Haru: ya es tarde, además intento olvidarlo.

-Rin: nos empezaron a seguir, no creo que se olviden de esto.

-Sousuke: cierto, tenemos que hacer algo para que te dejen en paz.

-Makoto: es cierto que ahora sería algo difícil que nos creyeran pero si esos ellos vuelven a atacar, lo ideal sería avisar a alguien o que haya testigos.

-Rin: ¡bien pensado! Eso me dio una idea: podemos acompañar lo más posible a Haru y tenderles una trampa. Si le dejamos solo y quieren seguir acosándole van a ir a por él, nosotros solo tenemos que esperar a atraparloa y entregarlos. ¿Qué os parece?

-Makoto: es algo arriesgado pero puede funcionar.

Haru no estaba muy convencido del plan, pues estaba nervioso pero sus amigos le iban a estar viendo todo el tiempo y el plan se llevaría a cabo después de unos días. Nada podría salir mal.

Espero que la esté gustando esta segunda temporada. Muchas gracias por leerlo y por los comentarios. Kiss-kiss-lalalulu ^•^
Pd: os mando un abrazo fuerte y un donut imaginario.