Capítulo 1: Descenso.

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Desde pequeños habían estado juntos, desde que aquel pelirrojo se cambió de preparatoria. Con su llegada, el pequeño moreno empezó a desarrollar sentimientos por el chico nuevo, sentimientos que se fueron desarrollando hasta dejar al moreno, Haruka Nanase, completamente enamorado. Solo había un problema, el pelirrojo, Rin Matsuoka, tenía pareja.

«¡Haru! ¿Recuerdas a Nitori, el kohai con el que compartía habitación? Pues...desde hace tiempo he sentido algo por él y...el otro día se me declaró y ahora estamos saliendo.»

Ira, rencor, frustración, depresión. Era lo que sentía cada vez que recordaba esas palabras. Aún con esos sentimientos debía tener una vida normal por sus amigos.

Todas las mañanas, Makoto pasaba a por él, iban a la escuela juntos, nadaban con el resto del equipo Iwatobi y volvían juntos. Para Haru siempre era lo mismo pero para el castaño no era así. Desde hace mucho había notado al moreno muy distante, más callado que de costumbre y lo peor es que sabía por qué estaba así. Se contaban todo pero en esa situación, tanto Makoto como Haru escondían cosas; sentimientos.

Makoto siempre había estado con Haru, siempre le había querido y cuando la adolescencia llegó, las hormonas le afectaron y se dio cuenta de que no era ese tipo de amor. Amaba al moreno, le conocía como a la palma de la mano por lo que sabía la causa de la tristeza de Haruka, mas no quería saberlo, le dolía. Aún así quería lo mejor para su mejor amigo, así que decidió ayudarle. La ayuda era en vano, Haru se negaba a hablar.

El plan de Makoto para que Haru le contase lo que pasaba había comenzado. Una mañana quedaron con los chicos de Iwatobi para comer, como siempre en casa de Haru, así que se dispusieron a comprar los ingredientes. Todo iba genial, Rei y Nagisa estaban en casa del moreno preparando lo necesario y el castaño, junto con Haru, iban camino a un súper. De repente el teléfono del mayor sonó, era Rei diciendo que compraran más ya que los de Samezuka irían también. Compraron de más por si faltaba.

Cuando la pareja llego y entraron, el mayor pudo observar como si a Haru se le desprendiese el alma del cuerpo al ver la escena. Ahí entendió todo, entendió la tristeza de su mejor amigo. La escena que vio fue a Rin y Nitori demasiado juntos. Haru, intentando que no se notase nada, fue a la cocina a empezar a preparar la comida.

«Haru, ¿pasa algo?»

«No.»

«Haru, si pasa algo puedes contármelo, como siempre.»

El moreno ignoró a Makoto. Pasaron una buena comida, todos riendo a las tonterías de Nagisa, Rei intentando que el rubio comiese tranquilo, Makoto y Nitori riendo levemente, Sousuke haciendo caso omiso y Haru desviando las miradas de Makoto y Rin. Al acabar la comida, Rei y Nagisa se tuvieron que ir, asimismo Sousuke y Nitori ya que iban a practicar juntos.

Incómodo era la palabra perfecta para describir el ambiente. Tanto el castaño como el pelirrojo habían notado el carácter extraño de Haru y no lo aguantaban más así que decidieron hablar con él. Se sentaron los tres en la mesa. Haru no sabia a lo que se debía pero intuía que no iban a hablar de caballa o de natación.

«Haru, desde hace un tiempo te hemos notado algo extraño y nos preocupas. Si hay algo que te molesta puedes contárnoslo.» dijo el pelirrojo, estando en frente de él.

«Rin tiene razón, no eres tú. Ahora te pasas más de una hora en la bañera, no comes tanto, y tu forma de nadar está cambiando. Aunque digas que no te pasa nada, no es así. Puedes contar con nosotros para lo que sea.»

Haru seguía callado con la mirada agachada. ¿Qué iba a decir? ¿Que Rin no debía estar con Nitori, que le ama tanto que ni siquiera puede estar tranquilo en la bañera, que desearía que lo dejasen y que saliese con él? No podría decir eso. No sabía qué decir, además no le salia la voz. Cuanto más pensaba, más ganas tenía de llorar. Sin embargo, conforme el pelirrojo hablaba, el sentimiento de ira empezó a apoderarse de su cuerpo como si de un demonio se tratase.

«Haru, a parte de nosotros tienes a Nagisa y Rei, aunque sean algo escandalosos. Sousuke seguro que te escucha, en verdad tiene sentimientos, aunque no lo parezca y Nitori estaría encantado, al fin y al cabo eres mi amigo y te aprecia como tal.»

«No sabéis nada....ninguno de vosotros.»

La cara de Makoto y Rin era un poema en ese momento. Las palabras del menor les impactaron pero no pudieron contestar ya que se había metido en el baño. Los chicos podían escuchar los sollozos del moreno, mas no podían hacer nada. Se había encerrado y no mostraba interés en salir así que los mayores decidieron marchar. Otro día lo intentarían.

Por otro lado, Haru seguía llorando. No creía que Nitori le fuese a escuchar y mucho menos que le tuviese aprecio. Por no hablar de Sousuke, que parecía que algún día le iba a echar mal de ojo. Podía ver sus lágrimas caer en el agua y es que no quería abandonar a Rin, no quería que estuviese con el peliplateado, pero así eran las cosas. Encima, ahora tendría que lidiar con sus amigos porque ya no podía contener sus sentimientos y el caso era que no sabía esconderlos, ya no podía soportar ver a su amado con otro chico que no fuera él.

Al terminar el largo baño salió a correr un poco bajo la luna, pensó que le tranquilizaría. Tras estirar y correr durante un tiempo quiso probar a correr sobre la arena ya que le traía recuerdos de su infancia. Empezó a recordar cuando corría con Makoto y su mente viajó a otra persona, Rin. Los pensamientos que había tenido aquella tarde volvieron y, como le había empezado a pasar últimamente, se puso a llorar. Él no se dio cuenta pero un chico más alto y robusto le miraba atentamente. Sousuke se quedó perplejo al ver a Haruka parado llorando como si no hubiese mañana. El menos no hacía mucho ruido, pero la expresión en su rostro era aterradora, una mezcla de desesperación e ira, lo que le causó al mayor que por un momento se preocupase por él.

Cuando Haru se tranquilizó pudo verle. Se quedaron mirándose unos segundos hasta que el mayor desvío la mirada y continuo corriendo. Por el contrario, el menor no podía moverse, le había visto llorar y cuando pasó por su lado no pudo evitar seguirle con la mirada. Tras eso, Haruka volvió en sí y decidió que irse a dormir sería la mejor opción, pelearía con esto al día siguiente.

No tan desconocidos. (SouHaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora