- ¡¿Ya te puedes callar!? – le grita molesta la castaña a Max.
- ¡Pero es que no me respondes porque no te gustan los rubios!, ¡somos los más buenos! – le grita devuelta.
- ¡Ya basta! – exploto gritando, me tienen harta. Ambos se callan y me prestan atención.
Ya estamos en el apartamento de Alexa y mío, y ellos están peleando desde que Alexa dijo que le gustan los rubios. Como mínimo ya llevan una hora en lo mismo.
– Dejen de pelear por algo tan estúpido o vayan y discutan pero sin tantos gritos – suspiro. –Estoy cansada, hoy fue una noche muy agitada y quisiera ir darme una ducha para dormir –termino y comienzo el camino a mi habitación. – Pero una última cosa Max, están mejor los pelinegros – añado divertida para guiñarle un ojo y salir corriendo a mi habitación.
- ¡¿Es en serio?! – grita histérico, siguiéndole las carcajadas de Alexa.
Max se va a quedar a dormir, lo bueno es que tiene ropa en la habitación de huéspedes, algunas veces se queda con nosotras. Yo le digo que se mude con nosotras pero dice que quiere "espacio personal" pero sé que es para tener sexo con alguna chica.
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El ruido en la cocina y el olor a comida me despiertan. Pero decido no levantarme o terminaré yo haciendo lo que sea que cocinen aquel par.
Me fijo en la hora y no pasan de las diez de la mañana. Me quedo viendo el techo pensado en lo de anoche, todavía me pregunto que sucedió realmente anoche, y tengo tanta suerte que después de tanto tiempo sin salir con los chicos sucede algo así. Para la próxima será mejor alguna discoteca.
- ¡Vanessa! – entra gritando Alexa a mi habitación lanzándose a mi lado.
- ¿Qué pasa? – me siento restregándome los ojos.
- Tengo hambre – me hace ojitos tocándose la barriga.
- ¿Ya no están preparando algo en la cocina? – pregunto confundida.
- Algo así, pero quiero tus hot cakes – sonríe como niña.
- Está bien – suspiro cediendo. – ¿Y Max?.
- Lo deje en la cocina, estaba haciendo un intento de sándwich con huevo – responde siguiéndome.
- ¡Max! – grito apresurada entrando en la cocina al captar el olor a quemado. - Sabes que tienes prohibido cocinar aquí.
Esta recostado de la isla viendo fijamente una rodaja de pan con algo negro encima. Me resigno dirigiéndole una mala mirada y me acerco al refrigerador para sacar los ingredientes.
- Lo se, pero quería prepararte algo – lloriquea un poco botando el contenido del plato en la basura.
- Quita esa cara de perro mojado que no te queda – le señala Alexa molestándolo sentándose a su lado.
- Si me queda, soy más adorable que tu, ¿o no? – se dirige a mi haciendo la expresión y Alexa lo imita esperando mi respuesta.
Suelto una carcajada terminando de mezclar la masa - Lo siento Max pero Alexa es un poco más adorable.
- ¡Ja! Viste, nadie se resiste a mí – alardea Alexa mientras hace un extraño baile.
- Pensaba que me querías – me reclama ofendido. – Me rompiste mi corazón – se toca el pecho de forma dramática.
- Dejen el drama y díganme con que quieren sus hot cakes – les pido sirviendo los primeros en el plato.- ¡Yo con chocolate! – grita Max como niño mientras alza los brazos y corre a la mesa.
- Tu sabes que con miel – responde Alexa sin dejar de ver raro a Max.
Se acerca y agarra el plato de Max y el suyo con los hot cakes ya servidos para dirigirse a la mesa. Yo la sigo atrás con mi plato y las botellas de la miel y el chocolate.
- ¡Si! – sigue gritando como niño pequeño cuando colocamos todo en la mesa.
- ¡Ya cállate! – le reclama enojada Alexa haciendo que se quede callado con los brazos en el aire.
- ¿Qué opinan si vamos al cine? – les pregunto tratando de aligerar el ambiente y comienzo a comer.
- Claro – responde el niño rubio con la boca llena.
- ¡Traga la comida primero! – lo regaña Alexa con una mueca de asco. – Y si – me responde señalándome con su tenedor con un pedazo de hot cake para después comérselo.
- Vamos más tarde después de almorzar y mientras podemos ver otra película, tengo una que no la pude ver en el cine, y quisiera aprovechar y verla ahora – les comento levantándome después de terminar de comer.
- Claro, déjame terminar para ir a colocar todo – se anima la ojiazul.
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Ya estamos en mi habitación, el par se encuentra encima de mi cama mientras yo estoy colocando la película.
- ¿Puedo hacer unas palomitas? – pregunta Max.
- Estaba esperando que lo dijeras, así que ve – le ordena la chica a su lado, que estaba boca arriba en la orilla dejando caer su cabeza.
– Fastidiosa – susurra levantándose.
- ¿¡Cómo me dijiste!? – le pregunta sentándose de golpe.
- ¡Nada! – grita terminando de salir corriendo.
Ella y yo nos miramos, y nos reímos. Termino de colocar la película después de encontrarla y me lanzo a su lado.
- ¿Y ya conseguiste trabajo? – le pregunto. Ella esta buscando un trabajo pero no quiere ser mesera en la cafetería en que trabajo.
- No todavía, pero fui a una entrevista de secretaria de un doctor, dijeron que me iban a llamar, no sé si me llamen pero cualquier cosa me tocará trabajar contigo – me responde haciendo ojitos.
- Vamos, no es tan malo – la trato de animar. – Estarás conmigo y así no me sentiré tan sola.
- Está bien – se rinde. – Pero si no me llaman aceptándome trabajaré contigo.
- ¡Ya llego por quien lloraban! – grita Max llegando con las palomitas y los brazos extendidos y viendo al techo.
- Corrección, ahora lloro porque llegaste – contradice Alexa mientras fingía llorar.
- ¿A ti te gusta hacerme sufrir verdad? – se ofende "enojado". Camina hacia nosotras, me da las palomitas y se lanza sobre Alexa haciéndole cosquillas.
- ¡No! – chilla retorciéndose a carcajadas. – ¡Basta, sabes que te adoro!.
- ¡Mentira! – grita sin parar de hacerle cosquillas. – ¡Vanessa ayúdame! –me pide, yo lo pienso dejando las palomitas en la mesita de noche para luego derribar a Max y hacerle cosquillas a él, Alexa no desaprovecha y se une a mí.
- ¡Traidora! – me recrimina.
Yo suelto una carcajada y dejo que Alexa haga lo que quiera. - ¡Venganza! –grita Alexa, lo agarra del cuello moviéndolo bruscamente y finge ahorcarlo. Yo me rio hasta que siento que me duele el estómago.
- Ya basta chicos – suelto agitada. – Ya vamos a ver la película.
- Está bien – accede bajándose de Max , se acuesta a mi lado quitándome las palomitas.
- Me dejaron muerto – suelta jadeando Max, le trata de quitar el tazón a Alexa pero esta le da un golpe en la mano.
–¡Oye! – le recrimina.
- La que está en medio tiene las palomitas – le contesta y le saca la lengua.
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Los traumas del pasado (Editando)
Teen FictionUna chica de 21 años, común por fuera, destrozada por dentro. Un accidente que sucedió y lo cambio todo... Perdió a quien más quería en su vida y siempre se culpa de ello. ¿Sus padres? Dicen que nunca la quisieron. "Ella es el error más grande...