capítulo 8

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Al terminar la película creo que fui la primera en salir de la sala. Debo volver a venir a ver esta película, ya que este par de locos no dejaban de hablar, gritar y tirarle palomitas a un señor que estaba sentado enfrente de nosotros... En conclusión casi nos echan de la sala.

Estoy enfadada con ellos, lo saben. Me sobornaron con ir a una tienda de helados como recompensa, no me pude negar. El helado es mi debilidad.

- ¿Qué te parece ir al parque de diversiones mañana? - me interrumpe de mis pensamientos Max. Estamos en la fila para pedir los helados.

- ¿Tiene que ser mañana? - pregunto un poco frustrada, quisiera estar todo el día de mañana descansando.

- Sí - afirma Alexa.

- Lo siento, pero quiero descansar. En serio quisiera pero podemos hacerlo en uno de estos días o el próximo fin de semana..

- Está bien per... -  no termina al sentir que alguien choca con ella y un líquido le cayo en la cabeza. - ¡Pero qué mierda te pasa! - se voltea furiosa al chico que chocó con ella.

- Ay no, ¡cuanto lo siento! - se disculpa un chico pelinegro.

Gruñe con frustración, le toco el hombro y suspira. - Está bien, no hay problema - acepta más calmada. Se aparta el cabello mojado del rostro

-En serio lo lamento, ¡te dije que no me distraigas! - el chico acusa a otro que estaba detrás de él.

-Vanessa, ¿me compañas al baño? - me pregunta mi empapada amiga sin dejarme responder al tomarme del brazo y arrastrarme al baño.

- Primero, admito que estoy enojada por arruinar una de mis camisas favoritas, segundo es muy lindo y tercero, espero que ahora pague mi helado como recompensa. Y tal vez su número de teléfono - enumera progresivamente en lo que se seca el cabello con una pequeña toalla que sacó de su bolso.

- Pensaba que estabas molesta; no, furiosa - suelto extrañada.

- Lo estaba, hasta que lo vi por completo - risueña se muerde el labio inferior viendo al techo.

- Dime si vas a estar aquí sólo para hablar de él para irme - me cruzo de brazos.

- Está bien, está bien. No lo haré - niega riéndose.

Termina de secarse lo más que puede el cabello y la ropa, y se retoca el maquillaje que se le había corrido un poco.

Cuando salimos y regresamos a donde habíamos dejado a los chicos. Cuando nos acercamos puedo notar a Max con los dos chicos, él que le tiro el agua y él otro rubio. Creo que se me hace un poco conocido; a los tres se veían que conversan animadamente.

- ¿De qué nos perdimos? - pregunta Alexa cuando llegamos a ellos.


- De nada - contesta con simpleza nuestro amigo encogiéndose de hombros.

- Sólo quería disculparme de una forma; todavía no compraban lo que iban a comer, así que estaba pensando en invitarte lo que tu quieras - comenta el peli-negro dirigiéndose a Alexa.

- Claro que sí, gracias - acepta la oferta animada.

- ¡Oh!; no nos hemos presentado me llamo Carlos, es un gusto - se presenta el peli-negro extendiéndole la mano.

- Yo Alexa - la estrecha. - Ella es Vanessa - me presenta y lo saludo.

- Creo que me podía presentar sola - suelto sonriendo. Está nerviosa, lo noto.

- Lo siento - me contesta alzando los hombros y ruedo los ojos divertida.

- Él es mi amigo Ethan, fue quien me hizo tirar el agua arriba de ti - lo presenta codeándolo a un costado. Él rubio solo se limita a asentir con la cabeza.

Me observa un poco, y me siento un poco incómoda pero trato de evitar demostrarlo. Ellos nos dirigen a una mesa y nos dejan sentadas, se van no sin antes preguntarnos que queremos. Por mi parte Max dijo que me invitaba el helado por lo que ocurrió en la sala del cine.

Al llegar todos comienzan a comer mientras conversan, yo me limito a estar fuera de la conversación y solo degustando el helado mientras veo por la ventana. A mis lados tengo a Ethan y a Alexa.

- Te me haces un poco conocida - me comenta Ethan sin dejar de verme.

- No lo creo - contesto sin dirigirle la mirada.

- ¿Fuiste a la carrera de anoche? - me pregunta insistiendo, me quedo un poco sorprendida y volteo a verlo.

- Sí, ¿por qué?... - no caigo hasta que lo observó bien, y me llega el recuerdo del chico rubio que me ayudo anoche. - Tú eres el chico que me ayudó cuando me empujaron.

- Y tú eres la chica que ayudé a levantarse - afirma.

Después de esa pequeña conversación no volvemos a hablar, él se integra fácilmente a la conversación y yo vuelvo a no prestarles atención. No soy de las que socializan fácil, aunque ahora tengo el recuerdo en la mente de Ethan ayudándome anoche.

Soy la primera en terminar, como quedo con ganas de comer más me levanto de la mesa sin que nadie me note. Al volver siguen conversando hasta que presto atención y están intercambiando números. Parece que ya se tienen que ir.

Todos nos despedimos y decidimos nosotros también irnos. Max nos deja en nuestro apartamento y él siguió camino al suyo.

Alexa y yo nos dimos las buenas noches y cada una se fue a su habitación.


Los traumas del pasado (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora