Boy meets evil » Taehyung

06. First love

Al día siguiente desperté gracias a los rayos de sol que se filtraban por la persiana de la habitación. Parpadeé con los ojos medio cerrados y bostecé en silencio. Estaba mirando hacia la pared así que me giré para ver si mi compañero de habitación seguía allí. Reprimí una risa al ver que Jin aún dormía con la boca abierta y una de sus piernas fuera de los límites de la cama. 

Deduje que aún era relativamente temprano —a pesar de que la noche anterior nos acostamos ya de madrugada—, así que me tapé hasta el cuello con la sábana y abracé la almohada, feliz por haber sido acogida en aquella casa. Me quedé en esa posición durante minutos, pero al ver que no conseguía volver a dormir me levanté despacio y salí de puntillas por la puerta, dejando al pobre Jin descansar tranquilo.

En cuanto cerré la puerta detrás de mí, escuché murmullos que provenían de la cocina. Me asomé al espejo del baño para comprobar que al menos estaba presentable, me lavé la cara y me dirigí hacia el lugar en el que se oían las voces. Cuando llegué al umbral de la puerta de la cocina pude escuchar con claridad las voces de varias personas.

— ¿Ni siquiera hay unas malas galletas? Esta casa es una pocilga —escuché a Suga, que me daba la espalda.

— Hoy tenemos que ir a comprar. Hea, pásame la sartén —dijo Jungkook casi susurrando. Tras girarse para coger la sartén que la chica le ofrecía se percató de mi presencia. Le saludé con la mano a lo que él me respondió con una amplia sonrisa que sin duda me alegró la mañana. Esa tez que parecía estar hecha de porcelana no podía pertenecer a este mundo—. Hailey, estaba pensando justo en ti —me dio un vuelco al corazón tan fuerte que ni siquiera pude salir del límite del marco de la puerta—. ¿Te vendrías hoy al supermercado con nosotros?

— Pues claro, contad conmigo —sonreí con aquella cara de sueño que aún debía tener. Me lamenté por haber perdido todo mi maquillaje en el momento en el que me robaron la maleta.

— ¿Qué tal has dormido, Hai? —me preguntó Hea con dulzura. Me chocó aquel tono tan suave después de lo que había pasado la noche anterior. Obviamente, no le habían contado nada con respecto a lo ocurrido con V. Me acerqué a ellos y me coloqué al lado de Suga, que me miraba con expresión impasible.

— Muy bien, las camas son cómodas. Jin sigue durmiendo como una marmota —todos rieron y asintieron ante el comentario, como si fuera algo que pasaba normalmente.

— This a cypher I'm a rider imma ride it like a bike —entró J-Hope rapeando y moviendo las manos hasta que llegó a nuestra altura. Pasó el brazo por el hombro de Jungkook que ya había empezado a cocinar lo que parecía ser una tortilla—. ¿Otra vez a base de huevos? —se quejó.

— Qué energía —Suga resopló y puso los ojos en blanco cuando vio a su amigo—. Jungkook, Hea, Jimin y Hailey van al supermercado hoy —comentó tras un bostezo.

— Me apunto —J-Hope levantó la mano—. Vais a necesitar ayuda, cuatro personas no son suficientes —se giró y me sonrió—. Te va a encantar.

Le respondí también con una sonrisa aunque no llegué a entender del todo aquella última frase. En cuanto Jungkook terminó de preparar varias tortillas, nos dirigimos a la mesa del salón —era la primera vez que lo veía— y desayunamos. 

La sala estaba llena de preciosos muebles de ébano y coronada por una chimenea que nos vendría muy bien en las noches de invierno. Realmente para tener una casa como aquella la familia de Namjoon debía tener mucho, mucho dinero. Al poco rato, Jimin, Jin y Soo llegaron también y se unieron a nosotros. En cuanto terminamos, los cinco nos fuimos a vestir. Hea se ofreció para dejarme un vaquero y un jersey de color rosa pálido, además de algo de maquillaje que realmente agradecí.