Boy meets evil » Taehyung

11. BTS Cypher 4

Finalmente, la vuelta a casa desordenó mucho más mis ideas de lo que esperaba. Durante todo aquel tiempo había negado tener algún tipo de sentimiento por V, pero después de lo ocurrido no era capaz de aclararme. Por otra parte, me sentía culpable por haber sido capaz de dejar que él me besara después de haber compartido un momento tan bonito con Jungkook. Pero realmente... no sabía qué hacer.

Observé desde atrás al chico rubio todo el camino hasta que ambos llegamos juntos a la entrada de la casa. Para mi sorpresa, Jungkook me estaba esperando allí con cierta cara de preocupación. V le adelantó y desapareció detrás de él, aunque eso no impidió que se llevara una furiosa mirada por parte de Jungkook.

— ¿Qué ha pasado? Has tardado... —susurró agachando levemente la cabeza. Noté lo inquieto que estaba, así que puse ambas manos en sus hombros y le sonreí para tranquilizarle.

— No es nada, sólo he ido a buscarle —mentí, maldiciéndome a mí misma por dentro por verme obligada a hacer aquello. Ojalá las cosas fueran más sencillas...

— Vale... —asintió como si se tratara de un niño pequeño y finalmente esbozó una leve sonrisa, llevándose una mano a la nuca para rascársela—. No he podido evitar que Jin se coma tu parte de la cena... lo siento.

Me reí y agité las manos para quitarle importancia. Estuvimos hablando unos minutos más, pero yo me sentía tan mal por dentro que tuve que excusarme, y decirle que estaba muy cansada y necesitaba dormir. Él, dubitativo, me dio un beso en la mejilla, cerca de la comisura de los labios. Le respondí con un fuerte abrazo, sintiéndome completamente rota por dentro por no poder ser sincera con él.

Así, me alejé y me adentré en mi habitación, para taparme con las sábanas hasta arriba e intentar dormir. Así al menos conseguiría evadirme unas horas de la realidad...

                                                ***

A la mañana siguiente, nada pareció mejorar. Me levanté temprano incapaz de que el nudo que tenía en mi estómago dejara de dolerme. Sin embargo, para mi mala suerte, tanto Jungkook como Hea ya estaban en la cocina. Ella me miró con cara de pocos amigos, pero simplemente la ignoré. Gracias a Dios, estaban acompañados por Jimin y Namjoon.

— ¿Cómo has dormido? —dije, acercándome a Jungkook con la intención de abrazarle. Él sin embargo se mostró reacio y se giró, dándome la espalda para sentarse en la mesa.

— No he dormido —contestó, serio.

Me quedé allí, plantada en medio de la cocina queriendo que la tierra me tragara. Definitivamente, debía haberse enterado de lo ocurrido con V la noche anterior.

— Bueno, no pasa nada, ¿vale? —dijo Jimin adelantándose a abrazarme, aunque yo ya estaba quieta como un palo y pálida como la nieve—. No hay que hacer un mundo de esto. Somos amigos ante todo, y...

— ¡Eres una zorra! —interrumpió Hea. Yo no fui capaz de defenderme, ni siquiera cuando ella apartó a Jimin, que había intentado protegerme, y me propinó una fuerte bofetada en la mejilla que sin duda me dejaría marca—. ¡Cómo has podido hacernos esto! —no contesté. Me quedé con los ojos en blanco, mirando al suelo y sintiendo cómo las lágrimas comenzaban a resbalar sin control por mis mejillas.

— No quiero peleas dentro de mi casa —avisó Namjoon a Hea con tono amenazador.

— Habla, Hailey —ordenó Jungkook. Un escalofrío recorrió mi cuerpo. Por un momento sentí que me quería morir allí mismo.

— Yo... —empecé, intentando afrontar la situación, incapaz de dirigirle la mirada—. No quería que esto ocurriera...

— Deja de burlarte de mí... —vi cómo el chico enterraba su cara en las palmas de sus manos. De repente, miró hacia otro lado con brusquedad. Con un hilo de voz, continuó—. No puedes follarte a nadie sin querer, Hailey...