CNCO & tú ♥

CAPITULO 13

Carly me estuvo haciendo unas cuantas preguntas, y cuando ella lo vió justo, terminó.

Me quedé en mi habitación, no tenía muchas ganas de bajar.

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Estaba tendida en la cama cuando alguien pegó a mi puerta. Era Joel.

Joel: Hola bonita.

Sara: Hola Joel.

Joel no dijo nada más, le hablaba y no me respondía, lo único que hacía era acercarse cada vez más a mi. Suponía que se acostaría a mi lado o me daría uno de sus abrazos. Pero no, me levantó suavemente la cara y empezó a besarme. Después de eso se fue.

Al rato apareció Zabdiel. Se quitó la camiseta y se puso encima mía. Empezó a besarme desesperadamente, como si se le fuera la vida en ello. Y sí, después del beso se fue también.

¿Qué está pasando?

Christopher aparecía en ese momento por la puerta. Yo ya no sabía que hacer.

Christopher: ¿Estás bien? No tienes buena cara.

Sara: Pues... no sé ni como estoy la verdad, confusa, eso sí.

Christopher: ¿Por qué? ¿Qué ha pasado?

Sara: Joel y Zabdiel han venido, me han besado y se han ido.

Christopher: ¿Qué? ¿Ellos han probado tus labios y yo no? De eso nada.

Chris me cogió, me puso encima suya y me agarró de la cintura de tal manera que no pudiera moverme, y me besó. Era un beso muy tierno la verdad, ni que decir tiene que su boca es bastante apetecible. Nos seguimos besando, besando, besando... Le quité la camiseta a Chris, ya no aguantaba más, él me la quitó a mí y siguió besandome. La temperatura subió mucho, demasiado. Ya no podíamos más ninguno de los dos, necesitábamos darnos placer mutuamente, y en ese instante...

Pegué un salto de la cama y desperté. Joder... todo eso ha sido un sueño... Pero por dios Sara, ¿qué cosas sueñas tú? Bueno, será mejor que baje antes de que me quede dormida y vuelva a soñar lo mismo.

Bajé al salón y allí estaban todos.

Christopher: Vaya, al fin apareces.

Sara: ¡¡AAHH!! Atrás Christopher Vélez, atrás.

Zabdiel: ¿Qué pasa?

Sara: ¡¡AAAHH!! Tú tambien atrás.

Richard: Eh... ¿te encuentras bien?

Sara: Esto... si...claro...yo...eh...

Carly: Sara, necesitamos ir ya a casa de Joel.

Joel: ¿A mi casa? ¿Por qué? ¿Qué ocurre?

Carly le contó a Joel toda la situación.

Joel: Entonces... ¿puede que seamos hermanos de verdad?

Sara: Si Joel... pero no hay nada seguro.

Joel: Pues vamos entonces, iremos en mi coche, mi casa no está muy lejos de aquí.

Carly, Joel y yo nos montamos en el coche y nos pusimos rumbo a la casa del que podría ser mi padre.

Llegamos. Me empezaron a temblar las piernas, sentía unos nervios dentro de mi que no eran normales. Joel me cogió de la mano.

Joel: Tranquila, ¿vale?

Sara: Sí...

Abrió la puerta una señora mayor, con una cara muy dulce.

Joel: ¡Abuelita!

Abuela: Joel, mi niño.

Joel: Mira, te presento, ellas son Carly y Sara.

Abuela: Un placer chicas.

Carly y Sara: El placer es nuestro.

La abuela de Joel se quedó mirándome fijamente durante un rato, como si quisiera acordarse de algo.

Abuela: Sara, ¿verdad?

Sara: Sí.

Abuela: Me recuerdas mucho a alguien que conocí en España... si... ella era una mujer de las que ya no quedan.

Carly: Espere... ¿ha dicho de España?

Abuela: Sí, eso es.

Carly no paraba de apuntarlo todo en su cuaderno, cualquier pista era buena.

Joel: ¿Papá está dentro?

Abuela: Sí, está en el salón, adelante.

Joel y yo nos cogimos muy fuerte de la mano y entramos.

Abuela: ¿Sois  novios?

Joel: No exactamente...

Y allí estaba el padre de Joel, sentado en el sofá mientras con una mano agarraba un vaso de cerveza. En la mesa tenía su ordenador, estaba mirando unas gráficas, supongo que trabajará en una empresa o algo así.

Joel: ¡Hola papá!

El padre se volteó y al verme se le cayó el vaso al suelo.

Joel: ¿Todo bien?

Padre Joel: No puede ser... tiene la misma cara, es igual que ella...

Joel: ¿La misma cara que quién?

Padre Joel: La misma cara que María... su pelo, sus ojos, sus labios, su expresión, su cuerpo...

María, justamente como se llama mi madre.

Carly: ¿Es cierto que usted se fue a España y tuvo una relación con María? ¿Y es cierto también que la dejó embarazada y se vino a México dejándola a ella allí?

Padre Joel: No fue exactamente así, yo no sabía que ella estaba embarazada.

Carly: Aún así usted tenía una relación con ella,  se vino a México y tiene su familia, y me temo que María no está por aquí.

Padre Joel: Me vine porque lo nuestro ya no funcionaba, en ningún momento la abandoné, y mucho menos sabía que estaba embarazada.

Sara: Entonces... ¿tú eres mi padre?

Carly: Todo indica a que sí, pero para asegurarnos será mejor que os hagáis una prueba de ADN.

Padre Joel: Me parece bien.

Sara: Sí, y a mi.

Joel: Pues vamos ya, no hay tiempo que perder.

Fuimos al laboratorio más importante de México y nos realizaron las pruebas. Joel era famoso asi que nos hicieron el favor de darnos el diagnóstico el mismo día.

Joel: (con el sobre en la mano): Ya tengo los resultados...

Sara: ¿Y bien?

Joel: ...