CNCO & tú ♥

CAPÍTULO 8

Zabdiel: Pues... tengo que hacer un pequeño viaje a Puerto Rico por unos asuntos y me preguntaba... me preguntaba si te gustaría acompañarme.

Sara: ¿A Puerto Rico?

Zabdiel: Sí pero será poco tiempo, cinco días como mucho, lo prometo.

Sara: A mi me da igual el tiempo que sea, llevo toda la vida deseando visitar tu país.

Zabdiel: Entonces sin problemas ¿no?

Sara: Si que hay un problema, ¿y el programa?

Zabdiel: Habla con Kiara, además nos vamos en un fin de semana que no tienes que dar clases, y luego solo faltarás dos días, podrán sobrevivir sin ti.

Sara: Está bien, la llamaré luego y a ver que me dice.

Zabdiel: Dile que son unos asuntos muy importante y no podemos dejarlo.

Sara: ¿Y qué asuntos se supone que tengo yo en Puerto Rico?

Zabdiel: ¿Sabes? Mejor la llamo yo y ya se me ocurrirá algo, pero lo mío es verdad, yo si que tengo cosas importantes.

Sara: ¿Y por qué no le has dicho a alguno de los chicos que te acompañaran ellos?

Zabdiel: Fácil, porque quiero que vengas tú.

Sara: Pues está bien, yo iré contigo.

Zabdiel: Muchísimas gracias, de verdad.

Sara: No hay nada que agradecer, yo hago lo que sea por vosotros, sois los mejores.

Zabdi me empezó a abrazar mientras me acariciaba el pelo. Que bien olía... se había echado una colonia realmente buena, me podría pasar oliéndolo horas y horas. Se apartó un poco y me miró fijamente a los ojos. No sé por qué pero yo tampoco podía apartar la mirada. Empezó a morderse el labio, ¿sabéis qué significa eso? Significa que cuando alguien que es guapo se muerde los labios yo no aguanto y me tiro a por él. Sí, soy así de impulsiva. Pero no lo hice, mi cabeza era un continuo "Sara no le beses, Sara no le beses".

Zabdiel: Deberíamos entrar ya a casa, estamos tardando demasiado y los chicos van a pensar mal de nosotros.

Sara: Sí, vámonos por favor, hace mucha calor aquí.

Aparcamos y entramos a casa. Tenía muchísimas ganas de ver a mis chicos favoritos.

Joel: ¡Hermanita guapa! No sabes lo que te he echado de menos.

Sara: Y yo a ti bebé, tenía muchas ganas de llegar y encontrarme con tu carita preciosa.

Richard: Ya pensaba que os habíais perdido, ¿dónde estabais? 

Christopher: ¿Y qué importa eso ahora? Por fin estamos ya todos en casa.

Sara: Mi Christopher... que ganas tenía de verte. Una cosa te voy a decir, la próxima vez que saltes en mi cama hazme el favor de quitarte los zapatos, lo dejaste todo puerco macho.

Christopher: Saca el lado positivo, así siempre te vas a acordar de mi.

Sara: Ya me acuerdo siempre de ti tontito. Por cierto Richi, no sabía que tu hermana estaba de concursante, que callado te lo tenías.

Richard: Quería que fuera una sorpresa, ya sé que ella no es tan guapa como yo, pero al menos tiene talento, no tanto como yo tampoco pero bueno, también es simpática, no tanto como yo pero qué se le va a hacer.

Alba: ¿Richard creído? Para nada.

Richard: ¿Qué? Solo digo la verdad.

Joel: Erick, aún no has dicho nada.

Erick levantó la mirada, posó sus ojos en mí y volvió a agachar la cabeza para seguir sumergido en sus pensamientos.

Richard: Hay algo que tengo que deciros, no sé si os gustará, tal vez penséis que nos estamos aprovechando de la situación, aunque no es así para nada.

Alba: ¿Qué ocurre?

Richard: Mi hermana está sola y aburrida en la habitación del hotel, la gente allí se duerme rápido y ella es de las que se queda despierta hasta tarde, está loca perdida y creo que aquí estaría mejor con su hermano.

Alba: ¿Y a qué está esperando? Que se venga.

Zabdiel: Sí, que se venga, además en estos días habrán dos camas vacías.

Christopher: ¿Y eso por qué loco?

Zabdiel: Sara y yo nos vamos cinco días a Puerto Rico.

En ese momento Erick pegó un rebote del sofá y se dirigió a nosotros.

Erick: ¿Os vais solos a Puerto Rico cinco días? ¿Por qué te la llevas? ¿No sabes ir solo? ¿Acaso ella te va a explicar el camino por si te pierdes? ¿Y si le pasa algo? 

Zabdiel: ¿Y qué se supone que le va a pasar si viene conmigo?

Erick: Cualquier cosa Zabdi, cualquier cosa... 

Yo no me atrevía a decir nada, estaba demasiado perpleja con esta situación, no me esperaba esta reacción de Erick. A decir verdad ya no me espero nada de él.

Zabdiel: Iré a llamar a Kiara, tengo que contarle esto.

Richard: Pues yo voy a ir al restaurante de al lado, ¿pido comida y la traigo aquí?

Zabdiel (con el móvil en la oreja): Lasaña por favor.

Joel: ¿Zabdiel pidiendo lasaña? Que raro ¿no?

Christopher: Uf si, rarísimo.

Todos dijimos lo que queríamos comer. Alba fue con Richi (aquí hay tema pero vamos). Zabdiel  se fue a su habitación, a parte de hablar con Kiara llamaría a su familia, Joel fue a ducharse y Christopher salió a la calle a grabar snaps, se pasa el día igual. Me quedé a solas con Erick en el salón. No pensaba moverme de allí, es mi casa y si no le gusta mi compañía que se vaya él, si no que se quede. Me senté en el sofá de al lado y cogí el móvil para mirar mis notificaciones. De repente Erick se sienta a mi lado y me quita el teléfono.

Sara: Erick ¿qué haces?

Erick: ¿Estás segura que quieres irte?

Sara: Me voy cinco días, no toda la vida.

Erick: El problema no es ese, el problema es que vas con Zabdiel.

Sara: ¿Y qué? Para mi es una gran persona y lo quiero mucho.

Erick: Sí, es muy buen tío. ¿Te puedo preguntar algo?

Sara: Claro.

Erick: ¿A ti te gusta Zabdi?

Sara: ¿Qué clase de pregunta es esa? Claro que no.

Erick (con una sonrisa): Cuidamelo en el viaje ¿vale?

Sara: Eh... vale.

Erick: Sara, una cosa más...