Vamos regresando a Los Ángeles ya que terminamos el tour, unos 3 meses excelentes, si ignoramos que no pude hacer básicamente nada los primeros dos meses y medio.
A pesar de que Cara está en París promocionando diferentes cosas, que no recuerdo en éste momento pero son importantes, me hizo menos pesada la soledad en el autobús cuando todos salían a hacer sus actividades; aunque ella tampoco tenía mucho tiempo que digamos pero siempre nos las arreglábamos para conversar. Era gracioso ver cómo le jalaban todo el cabello cuando la peinaban o hacía alguna cosa y la regañaban, es imparable esa mujer literalmente un tifón humano.
Voy conduciendo al hospital para la última revisión de mis huesos y ponerle fin a esta situación.
Entro al hospital y busco el consultorio donde me dijo el doctor en el que estaría.
-Buena tarde, señorita Solórzano. Adelante -Me saluda por mi apellido real.
-Buena tarde, ya estoy lista -Digo ansiosa.
-Tranquila, voy a proceder a hacer las pruebas. Solo déjeme voy por mis herramientas, posteriormente me acompañará a radiografías para ver cómo quedaron su pierna y brazo después de la intervención –Me explica mientras rebusca en los cajones.
-Ok- Respiro con pesadez.
Vamos caminando de regreso al consultorio después de las radiografías, mi brazo ya no duele cuando muevo mis dedos o muñeca, al fin voy a poder seguir con mi vida normal.
El doctor me muestra los acetatos y no puedo evitar sentirme como Wolverine al ver placas y tornillos.
Una vez en casa, prendo mi laptop y de inmediato entra una llamada de Cara en Skype, no dudo en contestar.
-Hola guapa- La imagen aparece en la pantalla-
-Hola tifón- Saludo cordial.
Examino a la joven, bastante linda. Beanie negro, polera negra, sweatpants grises y está en calcetas, se ve adorable y cansada.
-¿Cómo llegaste a casa? -Pregunta con mucha energía.
-Perfectamente bien, adivina quien ya puede volver al campo de batalla-Digo con un gran entusiasmo.
-Oh, no lo sé quizá Lynn -Bromea con una cara pensativa.
-Claramente es la joven Gunnulfsen, mi amiga cercana, mi hermana del alma -Nos empezamos a reír.
-¿Entonces ya regresas a tu vida cotidiana? -Pregunta más seria.
-Umm, sí- Respondo y veo sus ojeras- Dime ¿Tú te sientes bien? Te ves algo cansada -Digo con cierta preocupación en mi voz.
-La verdad es que sí estoy bastante agotada no me han dejado ni respirar en 3 meses ya quiero que pase ésta última semana para unas merecidas vacaciones- Exclama dramática con una mano en la frente.
-Te mereces eso y más, a propósito ¿Qué tal van las cosas con Annie? - Siento en mi pecho un ligero piquete de molestia.
-Pues... ammm bastante bien, al fin va a regresar después de no sé cuántos meses de gira, ya la extraño a ella y su cuerpo, si sabes a lo que me refiero –Su rostro traza una expresión pervertida.
-Ewww, Cara. No quería enterarme de eso -Me empiezo a reír tratando de no parecer incómoda.
-Pues ahora ya lo sabes -Pone una sonrisa satisfactoria.
-¿A qué hora regresas el miércoles? Para irte a recoger quiero abrazarte hasta quebrarte los huesos, sé que debes tener tu chofer y todo un equipo completo para eso pero me gustaría ir por ti –Le pongo una sonrisa.