Tardé casi tres días en poder volver a mirar a Taehyung a la cara. Estar avergonzada no era la palabra. Sabía que esto pasaría, más o menos, no exactamente como había pasado, desde luego. Los dos habíamos perdido totalmente el control en el sótano, no sabía por qué, a mi no se me daba tan bien bailar.
Pero lo habíamos solucionado.
Más o menos.
A mediados del tercer día nos encontramos en un pasillo, frente a frente, y creo que sin palabras hicimos un acuerdo mutuo para no hablar del tema durante al menos un tiempo y volver a la normalidad.
- Ten, bébetelo. – Miré a mi derecha, viendo a Taehyung, sentado a mi lado, ofreciéndome su vaso de cerveza. Bueno, era el cuarto que se tomaba. Suspiré, agarrándolo y dejándolo sobre la mesa solo para quitárselo a él.
- Taehyung, por milésima vez, soy una de las que tiene que llevaros a casa después. No voy a beber. – Él soltó un bufido, mirándome con los ojos entrecerrados.
- Aburrida.
Puse los ojos en blanco mientras lo veía estirarse y agarrar de nuevo el vaso de cerveza del que había intentado alejarle. Después él se recostó sobre su asiento, derritiéndose en la silla, volviendo a una conversación con un sonrosado Jimin, por culpa del alcohol, que estaba sentado a su otro lado.
Estábamos en la sala privada de un restaurante enorme. Esta semana habían acabado las presentaciones del nuevo comeback por lo que estábamos todos celebrando, el staff principal incluido, que todo les había ido genial, aun mejor que la vez anterior.
Taehyung metió una de las manos debajo de la mesa y de un momento a otro la había apoyado en la parte del muslo que la falda dejaba al descubierto, apretando la piel, sujetándola con sus dedos largos. Tenía la mano caliente y el tacto hizo que se me erizara la piel. Lo miré pero él parecía concentrado en su cerveza y en su conversación con Jimin, como si no se diera cuenta de lo que hacía.
Esa sería la última cerveza que iba a tomar, definitivamente, no soportaba nada bien el alcohol.
Esperaba que no le estuviera metiendo mano a Jimin también.
Me giré a Shijin.
- Unnie. – Ella me miró, riendo, con un vaso pequeñito entre los labios. – ¿Me das tu arroz?
- Claro – hipó.
Le arrebaté el cuenco sonriendo, mirando durante un segundo al resto de los conductores asignados aquella noche por el piedra-papel-tijera. Se notaba quienes eran porque en lugar de tener un vaso en las manos estaban concentrados en comer todo lo que pudieran.
Removí con los palillos lo que quedaba de arroz y mis ojos chocaron contra los de Dongyul, un bonito técnico de sonido que solo tenía un par de años más que yo. Él también estaba asignado como conductor, a lo mejor podíamos pedirnos un plato de algo más juntos.
Nos sonreímos al mismo tiempo y terminé de tenerlo claro.
A comer.
Puse mi mano sobre la de Taehyung, que aun apretaba mi muslo, levantándola suavemente para alejarla, me dejó hacerlo, dejando de prestar atención a Jimin, girando su cabeza hacia mis piernas, observando mientras lo apartaba y comencé a levantarme cuando sus dedos se enredaron con los míos, sujetándome.
Le miré, sentándome de nuevo, en un solo segundo había girado por completo el cuerpo hacia mí, dándole la espalda a Jimin, dejando que sus rodillas chocaran contra mi pierna. Ya no quedaba nada de cerveza en su vaso. Se inclinó, dejando su rostro a la altura del mío.
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Wager - Kim Taehyung
Fanfic- Vale, te haré un striptease, pero no podrás tocarme. - ¿Qué? Claro que podré tocarte. - bufó. - ¿Cuál es el punto de un striptease sino? - No sé ¿verme desnuda? - Voy a tocarte. Hermosa y maravillosa portada creada por: @bemycorean Historia co...