- Vale, te haré un striptease, pero no podrás tocarme.
- ¿Qué? Claro que podré tocarte. - bufó. - ¿Cuál es el punto de un striptease sino?
- No sé ¿verme desnuda?
- Voy a tocarte.
Hermosa y maravillosa portada creada por: @bemycorean
Historia co...
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- ¡Lo siento! – grité, inclinándome hacia delante, doblando la espalda ante los managers que se encargaban de dirigir el viaje a Japón.
Lee Hyoshin, con el que las chicas intentaban desesperadas conseguirme una cita, era uno de ellos, y suspiró de forma pesada mientras yo me ponía derecha despacio, viendo como descruzaba los brazos y sus ojos dejaban de echar fuego. Mordí mi labio inferior, esperando a que toda una tormenta cayera sobre mí.
- Si vuelve a ocurrir...
- ¡No volverá a ocurrir! ¡Lo prometo! – interrumpí, haciendo más pronunciada la reverencia, cerrando los ojos con fuerza.
- Si vuelve a ocurrir... – repitió. – Te haré trabajar horas extra sin remunerar.
- ¿Eh? – parpadeé, confusa mientras los demás managers se dispersaban y él me dedicaba una última mirada antes de alejarse para comenzar a poner en marcha a todo el mundo. Seguí sin entender muy bien lo que había pasado, viendo como Shijin se acercaba a mí, riéndose a más no poder. – ¿Qué acaba de pasar? Creí que diría que la próxima vez me despediría.
- Tú por si acaso no vuelvas a llegar tarde a algo tan importante como esto. – Sus carcajadas me contagiaron, consiguiendo que yo comenzara a reírme suavemente por lo bajo también. – ¿Cómo se te ocurre quedarte dormida? Tardas un poco más y nos vamos sin ti.
- ¿A qué crees que ha venido eso?
- Creo que es culpa mía y de las chicas. – Le dediqué a Shijin una mirada confundida, sonriendo mientras me acercaba a mi maleta, que había dejado abandonada en mitad de la sala para acercarme a toda velocidad a pedir disculpas. – ¿Recuerdas que hace unos días estuvimos hablando sobre conseguiros una cita? Creo que nos escuchó. – Me detuve.
- ¿Qué? – La sonrisa se esfumó de mi boca, abriendo los ojos con fuerza.
- Bueno, creo no. Estoy segura que nos escuchó. Quizás ahora le gustas.
- Voy a matarte, unnie.
***
Empujé el labio hacia afuera, haciendo más pronunciado el puchero, intentando tocar el corazón de Taehyung. Su sonrisa se acentuó pero no de la forma en la que me hubiera gustado que lo hiciera. Terminó de quitarse la bolsa de viaje que llevaba colgada a la bandolera, tendiéndomela.
- No me puedes estar haciendo esto en serio...
- Tienes que hacerlo. Perdiste.
- ¡Pero Hanjoon, Illsik y Haneul se encargan de llevar las maletas! – chillé, golpeando el suelo con los zapatos por la frustración. Los ojos de Taehyung brillaron. Era un psicópata, sociópata o lo que sea. – Tienen hasta carritos de transporte para ello. No es justo, Taehyung. – Se encogió de hombros. – Es cruel hacerme cargar con tu maleta...
