Wager - Kim Taehyung

EXTRA

Entreabrí los ojos al mismo tiempo que me encogía en mí misma, apretando los labios y gruñendo en voz baja, mis ojos volaron inmediatamente al móvil que vibraba y cantaba sobre la almohada. Me había quedado dormida hablando con Taehyung, cómo siempre que no pasábamos la noche juntos.

El sol todavía no entraba por la ventana, todo permanecía oscuro, menos la luz de mi teléfono, que me estaba dejando ciega. Saqué las manos de bajo la sábana, soltando aire por la nariz al mismo tiempo, mis ojos volaron del nombre que brillaba en la pantalla a la hora en la esquina superior derecha.

— ¿Taehyung? —susurré al descolgar el teléfono, con la voz medio cortada por el sueño.

— Estabas dormida. Lo siento —se rió, no se escuchaba mucho ruido a su alrededor y habíamos estado hablando hasta las una y media de la madrugada. Contesté con un gruñido de garganta, estirando las piernas en la cama, colocándome bocarriba—. ¿Puedes abrirme la puerta?

— ¿Qué? —volví a abrir los ojos, que se me habían cerrado inconscientemente y pensé en incorporarme, sin llegar a cumplirlo. Taehyung volvió a reírse.

— Estoy en la puerta de tu apartamento. Ábreme.

— ¿Qué haces aquí a las tres y media de la mañana? — Debería de haber saltado de la cama ya, pero estaba tan dormida que no había forma de que reaccionara—. ¿Ahora habéis acabado las grabaciones?

— Sí.

— ¿Y por qué no te has ido a casa?

— Porque se me ha ocurrido una cosa. — Malo—. ¿Puedes venir a abrirme ya? Tu pasillo está muy oscuro.

— ¿Qué? —parpadeé, esta vez encontrando la fuerza para incorporarme de verdad, recobrando la consciencia—. Sí, sí, espera. Voy.

Salté de la cama colgando el teléfono, saliendo de la habitación y lanzando el móvil al sofá al mismo tiempo que avanzaba hacia la puerta de casa, ni siquiera miré por la mirilla antes de descorrer los cerrojos y abrir, encontrando un remolino de Taehyung lanzándose sobre la casa y sobre mí.

Sus labios estaban sobre los míos antes de que pudiera reaccionar, sujetándome el rostro con ambas manos, dejando un beso tras otro sobre mi boca, haciéndome caminar hacia atrás al mismo tiempo que él avanzaba hacia el interior y le daba una patada a la puerta para cerrar.

Levanté los brazos, aun con los ojos medio cerrados por el sueño aunque solo hubiera estado en coma una hora y media aproximadamente, sujetándome a sus hombros para no caer, sintiendo la tela de su chaqueta arrugarse hasta que pude aferrarme a sus brazos.

— Tae... —susurré, entre beso y beso, comenzando a sentir el pecho cada vez más burbujeante.

Taehyung se rió, soltándome el rostro para envolver sus brazos alrededor de mi cintura, tirando de mí hacia él, volviendo con sus labios sobre mi boca para profundizar el beso. Ladeó el rostro, abriendo sus labios húmedos y mullidos sobre los míos, cerrándolos de nuevo, dejando que mi inferior quedara atrapado entre los suyos, tirando ligeramente de él, haciéndome soltar aire por la nariz con suavidad.

Escuché su risa por detrás, y su cuerpo se mantuvo pegado al mío mientras Taehyung repetía la operación de su boca contra la mía, besándome para después tirar de mi labio inferior, pero esta vez con los dientes en lugar de con sus labios, y yo comenzaba a sentirlos hinchados.

— Ahora tú —susurró contra mi boca, acariciando su nariz contra la mía. Solté aire con aspereza, soltando sus hombros, moviendo las manos hacia su cuello, rodeando su piel dorada con ambas manos mientras colocaba mi boca frente a la suya de nuevo.