Capítulo 4:La Cena

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—Chicas la mesa está lista,  vamos a cenar.

Mi prima y yo bajamos de inmediato al comedor donde nos había preparado mi tía un buen filete.

Me senté en un sitio aleatorio pero vino mi tío y me que tiró del sitio con un empujón,  y me senté lo más lejos de él que podía ya que me seguía dando miedo, entonces me hizo una pregunta.

—Sabes que no me quiero quedar contigo, ¿no?

Simplemente le ignoré.

—¡Ah conque pasas de mi eh! ¡QUE TAL SI TE ENSEÑO MODALES!

Casi me pega por pasar de su comentario,  pero mi prima se puso en medio y mi tía intento pararlo,  se sentó y sarcásticamente dijo:

—Como os ponéis,  solo era una broma.

—Papá,  eso no era una broma, la ibas a pegar enserio.

—¿Prefieres que te la de a ti?

A lo que mi prima se quitó encima mio y siguió comiendo,  yo solo estaba cabizbaja intentando que no se me viera la cara.

—Aún así no me has respondido a la pregunta.

Decidí contestarle para que se calmará un poco la situación.

—Si,  me lo imaginaba.

Lo decía con la boca casi cerrada para que no me intentará volver a pegar,  pero no se movió,  cuando no se mueve es cuando más miedo me da porque no se cuando se va a levantar a intentar pegarme otra vez.

—Me parece bien que lo tengas en mente,  yo estaba en el sofá viendo el partido con mi cerveza tan tranquilamente y me vienen unos asquerosos entregarme a ti.

—Paco,  ¿No crees que te estás pasando?

—No te he pedido tú opinión.

—Ya pero...

—¡HE DICHO QUE NO TE HE PEDIDO OPINIÓN!¡AHORA CÁLLATE Y COME!

No se como podían vivir así con este ser del mismísimo infierno,  me siguió haciendo preguntas a las que las respondí igual que la anterior, cabizbaja y con la boca casi cerrada.

Al terminar de cenar,  Alicia y yo subimos a su habitación rápidamente y nada más cerrar la puerta me abrazó y me preguntó :

—Dios mío ¿Estás bien?

—Si,  solo me he asustado,  gracias por defenderme.

—Sabes,  llevo años sufriendo por su culpa y alguna vez me he escapado de casa para no verle más,  pero la policía me encontraba y me llevaba a casa y eso era peor,  me pegaba una y otra vez por irme de su lado y madre tenía que verlo,  la obligaba a verlo.

No podía creerlo,  había oído ha mis padres comentar que mi tío maltrataba mal a Alicia,  pero no pensé que llegaría a estos extremos.

—Y es por eso que me he puesto en medio,  sabía que iba enserio,  siempre va enserio.

Empezó a llorar y la abracé en respuesta,  ella y mi tía son lo único que me queda de mi familia. Así que las trataré lo mejor que pueda,  aunque intentado no desagradan a mi tío,  ya que puede que me pegue.

Entonces llamaron a la puerta,  en el fondo esperaba que fuera mi tía. Pero mi gozo en un pozo porque era él.

—Silvia,  sal ahora mismo.

Miré a mi prima muy asustada,  ¿qué me haría? No paraba de golpear la puerta para que saliera.  Mi prima agitó la cabeza en señal de que fuera para allá.  Abrí la puerta y me cogió del brazo.

—Vamos,  hay alguien que quiere hablar contigo,  desgraciadamente.

Pensaba, ¿hablar? ¿Conmigo? ¿Ahora? Oh dios,  que más me pasaría ese espantoso día,  no quería ver a nadie estaba derrumbada. Aunque cuando vi quien era no me esperaba que me visitará.

La vida es injustaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora