Capítulo 12

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Angélica

No se que hora era, pero sabia que este día iba a ser un poco frustrante y me di cuenta por el inmenso dolor de cabeza que tengo, gracias a que ayer bebí como una niña que nunca ha probado el alcohol, cuando abrí los ojos no se donde estaba, mire hacia todos lados, cuando vi a Christian a mi lado ya sabía donde estaba, estaba en la casa de el, nunca me había traído aquí, su cuarto era blanco tenia una pantalla gigante donde se veía televisión, la cama era enorme y tenia sabanas marrones, claro que ahora estaban desordenadas, tenia dos mesitas de noche una a cada lado de la cama, tenia una mesa en una esquina donde tenia su computadora, tenia aire acondicionado (con razón hace tanto frío), tenia una puerta que me imagino que era el baño o no se... En la mesita que había del lado de la cama de el, estaba su celular eso me hizo acordar que no le había escrito a mi mamá, vi mi bolso en el piso y lo recogí como pude para no despertar a Christian, saque mi teléfono y tenia 20 llamadas perdidas de mi mamá, cinco mensajes de ella misma y 10 whatsapp de ella misma, Dios mi mamá debe de estar super preocupada le enviaré un whatsapp.

Yo: Mamá estoy bien, no te preocupes.. Te quiero❤; como que estaba esperando a que le escribieran porque leyó el mensaje enseguida.

Mamá👑: Me tenias asustada hija, ¿vas a venir hoy?

Yo: Si eres dramática, yo te aviso.

Mamá👑: Esta bien espero tu mensaje, cuidate mi niña.

Bueno, ya le avise que estaba bien, quería que Christian se despertara ya... ¿pero que hora es? Son las dos de la tarde con razón mi mama estaba tan preocupada, no se a que hora llegaríamos a la casa pero lo voy a despertar, me le monte encima de su regazo y le empecé a dar cálidos besos desde el cuello hasta su abdomen pasaron unos segundos cuando se despertó.

-Podría acostumbrarme a despertar así; me dijo medio dormido, pero tengo que admitir que hasta así se veía hermoso.

-Y yo me podría acostumbrar hacerlo; me río y le doy un pequeño besos en los labios.

-Tengo hambre ¿que hora es?

-Yo también tengo hambre pero de ti; dije mordiéndome el labio porque sabia que eso lo tentaba mucho, e ignore la pregunta de la hora.

-Eso lo podemos arreglar; me lanzo en la cama se monto encima de mi, de la mesita de noche saco un paquetito plateado y se lo coloco en su miembro que ya estaba muy firme, me saco la camisa y solo quede en ropa interior, con ayuda de mis pies le saque el mono, y así quedaba en solo bóxer, me urgía tenerlo dentro de mi, me empezó a besar con una pasión impresionante, el quería lo mismo que yo, su lengua busco la mía, yo la movía como solo yo sabia hacerlo y como a el le encantaba, me quito el brasier con sus manos tan habilidosas y bajo hasta mis bragas y me las quito y yo hice lo mismo con su bóxer, el fue bajando y dejando cálidos besos por mis cuellos, cuando llegó a los pechos me los chupó eso hizo que pegara mis cadera a su abdomen muy bien definido, bajo por mi abdomen mientras que yo me estremecía de placer, pero no quería que me diera besos, lo quería dentro de mi, pero en vez de eso bajo hasta mi sexo y empezó hacer círculos sobre mi clítoris, que bien se sentía después empezó con su lengua a bajar y a subir, empezó hacer círculos y yo estaba que me explotaba de placer.

-No te corras; dijo con la respiración agitada; - te vas a correr conmigo.

No pude decir nada, estaba completamente excitada y el también lo estaba, de un momento a otro dejo de hacer lo que estaba haciendo y me penetró con fuerza, se me escapo un gemido de placer entraba y salia muy rápido y eso me gustaba mucho, me gustaba el sexo salvaje, nada de compasión y el lo sabía, pero lo quería mas rápido, quería llegar al climax ya.

-Ma mas rápido Christian; dije con voz entre cortada y no se como lo dije si no podía decir nada, solo gemía gracias al magnífico trabajo de Christian.

Nadie Se Tiene Que ENTERAR (EDITANDO).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora