Hoy te echo de menos, mis manos aún no se han hecho a moldear la vida sin ti.
Hoy, cuando escribía, me di cuenta de lo mucho que he arrepentido de ti.
Hoy, mientras le susurraba al espejo, he recordado todas las veces que te decía que te quería, tú tan solo me lo dijiste un par. Eso no es malo, al menos eso creo. Tú siempre lo decías en serio, yo para que no se te olvidara.
Hoy me he acordado mientras le sacaba punta a mis lapices que solía dibujar tus labios. Ahora tan solo ansío tenerlos aquí.CBermeM
ESTÁS LEYENDO
Supongo que no lo leeras.
KurzgeschichtenTres lágrimas y unas pocas gotas de sangre. Un quejido más y, tal vez, algo de ti también.