Se me han acabado las palabras y, por tanto, los suspiros. Se me ha relajado el alma y tan solo he renunciado a sentirme a mi misma. Tus manos, que rozan todo mi cuerpo, son rechazadas como mera idea en mi cabeza, solo cabe ya en esa amplia existencia la nada, solo cabe la sequedad y el olvido del dolor.

ESTÁS LEYENDO
Supongo que no lo leeras.
Kısa HikayeTres lágrimas y unas pocas gotas de sangre. Un quejido más y, tal vez, algo de ti también.