Strange feelings.

26 4 0
                                    

- ¿De qué conoces a West?

Solté mi mano incómoda y lo miré, ¿a qué había venido el numerito ese con Keith? A ver, por un lado me había venido bien porque no quería tener que resistirme para no contestar a Keith pero por otro no entendía el comportamiento de Justin, yo no era una mula para que tirara de mí.

-  ¿West?

-  Keith West, ¿de qué lo conoces?

-  ¿Por qué te importa? - solté. No me estaba gustando nada ese "interrogatorio" y que me lo hiciera él menos. Podía haberme mentido respecto a lo del compromiso de nuestros padres...aunque cuando habíamos estado en el gimnasio me había sentido muy cómoda con él, ¡incluso me había reído en su presencia! -. No sé por qué preguntas.

-  West es un chico que juega con las chicas, Kelsey - dijo parándose y mirándome a los ojos. Había algo en él que seguía trasmitiéndome confianza pero debía conocerlo más para estar segura de esa sensación -. Quería avisarte para que no salieras herida, solo eso.

Era borde, sí, podía ser muy borde cuando me lo proponía pero Justin no se lo merecía. No merecía que fuera hablándole de esa forma por mucha escenita que hubiera hecho delante de Keith.

-  Lo siento, no debería haberte hablado así. Será que llevo mucho tiempo sin hablar con alguien más que no sea mi madre.

Él le restó importancia y me sonrió, por lo menos no había sido la borde total que llevaba en el interior. Me acompañó a mi clase y enseguida entré rápido y me puse en mi sitio tapando mi cara con el pelo. Oí como mis compañeros entraban así que intenté pasar desapercibida pero, como siempre, Keith West se sentó detrás de mí.

No me habló, no intentó que lo respondiera y aquello hizo que algo en mi pecho doliera, quizás me había pasado comiendo todo el almuerzo. Miré disimuladamente hacia atrás y vi que él estaba hablando con sus compañeros de fútbol americano. Había oído que tenían un partido muy importante ese fin de semana y, como por desgracia había tenido que elegir estar en la banda de música porque era obligatorio pertenecer a un club, tendría que tocar y ver como Keith y los suyos jugaban.

Madre mía, ese hombre estaba en todas partes.

Me di la vuelta cuando Amber se acercó a él y empezó a llenarle la cara de besos. No soportaba cuando ella estaba cerca de él o lo tocaba, no sabía por qué pero quería que él me volviera a hablar, no quería que estuviera con ella.

Pero, ¿a quién quería engañar? Amber era su novia, yo no era nada para él.

Si se acercaba le respondería, seguro que si conseguía que lo hablara aunque fuera una sola vez, me dejaría en paz con esos extraños sentimientos. No me sentía como antes, antes me había importado un pepino que Amber lo besara pero ahora no.

Mierda, ¿debía cambiarme de clase?

Podía ser una opcción. Total, no tenía a nadie allí. Justin estaba en mi clase sí, pero solo en la de educación física. En las demás  él estaba en otra así que vendría bien intentar cambiarme.

Eso haría.

Release MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora