Nothing.

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No supe cómo pero salí corriendo como una bala y me despedí de Kat y su padre para después empezar a andar hacia mi casa.

Aquel día no podía haber ido a peor. Mi torpeza no sólo había hecho que pegara a Keith en la cara sino que había provocado un beso accidental.

Me llevé la mano a los labios sin darme cuenta y sentí como mi corazón latía rápido sólo de pensar en el beso. ¡Había besado a Keith West! Bueno, más bien había sido la inercia la que nos había juntado para besarnos pero igualmente no sabía si aquel beso contaría para él. Keith West era un chico acostumbrado a que las chicas fueran tras él y le prestaran atención, en cambio, yo no le había hablado hasta el día de hoy por lo que se lo debía de haber tomado como un reto, ¿no?

"Hacer hablar a la chica muda"

Pues ya lo había conseguido, aunque sólo hubiera sido un 'lo siento'. Suponía que ahora dejaría de intentar hablarme pero no estaba segura y tendría que esperar hasta el día siguiente en el instituto. Las cosas se habían hecho más fáciles al cambiarme de clase por lo que a lo mejor ni lo veía, a lo mejor ni se enteraba de mi presencia.



Nada más entrar por la puerta del Instituto después de que Alan me hubiera traído, me vi arrastrada - literalmente - por Katarina que tenía una expresión extraña, como si quisiera descubrir algo.

- Kat, ¿qué te ocurre?

Ella me miró a los ojos y después alrededor para comprobar que nadie nos oía. ¿Por qué estaba actuando de una forma tan extraña?

- Mi hermano esta mañana estaba muy raro.

Intenté que no notara el sudor que empezaba a recorrer mi frente del miedo.

- ¿Y qué pasa con eso?

Ella negó con la cabeza y puso los ojos en blanco como si estuviera empezando a cansarse de mis evasivas.

- Sé que tiene que ver contigo - y su dedo acusador me apuntó - y quiero que me lo cuentes. ¿Qué pasó exactamente cuando subiste ayer al piso de arriba?

Madre mía, ¿y ahora que le decía? No podía contárselo porque sería raro después pero tampoco podía quedarme callada. Ay, madre, ¿quién me mandaba meterme en tantos líos?

- Nada - susurré -. Simplemente besé a tu hermano de forma accidental.

La agarré del brazo para que fuéramos a clase mientras ella me hacía un montón de preguntas con sus ojos a punto de salirse de las órbitas. En verdad se había sorprendido, y no era para menos.

Nos separamos ya que estábamos en clases distintas y yo entré en la mía con la cabeza gacha. Me senté en mi pupitre y suspiré, las cosas se me estaban yendo un poco de las manos.

Oí una voz demasiado reconocible y, cuando miré hacia arriba, vi a Keith...y a Amber colgada de su brazo. Él tenía una expresión inmutable, ella en cambio sonreía con arrogancia a la gente que pasaba cerca de ellos como si fuera la mejor de todos.

Ay, Dios.

Ella no se lo merecía. Keith era demasiado bueno para estar con alguien tan superficial.

***

Las clases se me hicieron más lentas que de costumbre a pesar de los intentos de Justin. Había tratado de hacerme sonreír pero desde que había visto a West con su novia, algo en mi interior se había quebrado aunque fuera solo un poco. Por eso en el almuerzo, cuando Katarina se acercó toda sonriente, no pude devolverle la sonrisa.

- ¡¡¡¿¿¿Sabes qué?!!! - exclamó en mi oído haciendo que casi me quedara sorda.

- No, ¿qué? - respondió Justin uniéndose a la conversación.

- ¡Mi hermano lo ha dejado con su novia siliconada!

Me quedé de piedra mientras Justin a mi lado nos miraba a ambas curioso.

- ¿Quién es tu hermano? ¿De quién hablamos exactamente?

- Soy Katarina West - respondió ella de forma tímida al darse cuenta de la presencia de mi amigo.

- Osea, que estamos hablando de Keith West - murmuró él mirándome con una sonrisa -. Eso es perfecto para nuestra querida Kelsey.

- ¿Y eso por qué? - inquirí sin ganas de pensar en lo que se estaba convirtiendo aquella conversación.

- Para intentar conquistar a Keith West.

Release MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora