Release Me

Just because yes.

-  ¿Te has cambiado de clase?

Me giré encontrándome con Justin y sonreí, ¿cómo era que se enteraba de todo? Tenía que tener oídos en todas partes sino no lo entendía. Acababa de hablar con el Director, ¿acaso había estado escuchando nuestra conversación?

-  ¿Has escuchado cuando estaba hablando con el Director?

-  ¡No! ¿Por quién me tomas? Simplemente estaba sentado esperando para hablar con él y mis tontos oídos escucharon sin querer, fueron ellos no yo.

-  Pobrecillo - reí mirando como se hacía la victima -. Tus propios oídos no te hacen caso, estarás destrozado.

Justin asintió haciéndonos reír a ambos, me gustaba reír con él, hacía que me sintiera más cómoda al cruzar los pasillos de la muerte del instituto. La gente se nos quedó mirando, quizás era porque Justin era al primero al que hablaba, la gente chismosa ya estaría inventado cosas. Es decir, lo normal en un instituto.

-  Pero, ¿por qué te has cambiado?

-  Sólo porque sí, y ya está.

-  ¿Quieres decir que no ha sido porque te gusta Keith West?

Había hablado tan alto que la gente se nos volvió a quedar mirando. Tapé su boca con mi mano y lo miré molesta, si seguía hablando así hasta mi padre en China nos oiría.

-  Shhh, Justin.

Él me miró divertido intentando que me riera pero esa vez no lo hice, la pregunta que él me había hecho todavía pululaba por mi cabeza.

-  No sé por qué me has preguntado eso pero no lo vuelvas a hacer, no me gusta nadie y punto, ¿vale?

Asintió quitándose mi mano de su boca e intentó cambiar de tema hasta que el ambiente se sintió más cómodo. Aún así seguía preguntándome a mí misma si lo que había preguntado Justin era cierto. ¿Podía gustarme Keith West? Solo llevaba allí dos meses, ¿podía haberme enamorado tan rápido de alguien?

No lo sabía, y me iba a dar algo cuando descubriera la verdad.

***

Mi madre me dijo que abriera la puerta y se quedó mirándome fijamente anque yo ya sabía que eran Justin y su padre, lo bueno estaba por comenzar. Estaba ansiosa por ver cómo me decía mi madre que se iba a casar en menos de dos semanas con un hombre completamente desconocido para mí, iba a ser genial verla intentando que lo aceptara.

Abrí y me quedé quieta cuando vi que Justin era una versión joven de su padre. Su padre tenía el pelo un poco canoso y era bastante alto pero aún guardaba esos rasgos de un hombre de treinta años, y era atractivo. Podía entender que a mi madre en lo que se refería a la apariencia le gustara, ahora tocaba ver cómo era de personalidad. Esperaba que no fuera un estúpido, ya estaba aceptando bastante con hacerme la sorprendida y pensando en portarme como toda una señorita.

- Hola, ¿quién es usted? - pregunté haciéndome la tonta.

Vi como Justin reía al oírme y como su padre me miraba con una sonrisa amable, iba a empezar el examen.

-  Soy Alan Bishop, soy el...

-  ¡Kelsey! - dijo mi madre interrumpiendo al señor. Seguro que pensaba que si me lo decía ella me lo tomaría mejor, a veces era tan ilusa como una adolescente -. Pasad, mejor lo hablamos dentro que en el umbral de la puerta.

Alan asintió y entró dedicándome otra sonrisa amable, parecía majo pero sería mejor esperar a ver cómo era en verdad, las apariencias engañaban a veces así que lo mejor era estar segura.

-  ¿Quién es usted? - me imitó Justin detrás de mí haciéndome reír.

Me alegraba de tenerlo allí como apoyo, ambos sabíamos lo que estaba pasando el otro, era el mejor amigo que podía tener cuando parecía que las cosas iban a cambiar más y más.