Capítulo 9 - Nuevas Amistades

471 36 6
                                    

En la hacienda Altamira regresó el patrón con cara de pocos amigos, cualquiera que lo viera pensaría que en su viaje no le ha ido bien, que fuera lo haya ido hacer nada la habría salido como hubiera querido.

Ingresó a la casa notando a su esposa ya en la sala, se encontraba con el bebé el cual estaba en su carriola dormido mientras su madre leía un libro.

Escuchó los pasos de alguien en ingresar y alzó su vista.

-Santos... Regresaste. - sonrió con dulzura.

Dejó el libro que leía a un lado y se levantó para recibir a su esposo. Santos logró subir las punta de sus labios en forma de sonrisa, quitando su mala cara para que ella no lo notara, pensaba qué decirle, para qué fue a San Fernando. Debía decir una mentira, no podía decirle la verdad que se encontró con... Con ella y que supuestamente estaba... Eso.
No, no podía decírselo le rompería el corazón y no podía dejar que eso pase. No ahora que las cosas entre los dos marchaban bien.

Correspondió al beso que le daba, deja que rodee su cuello con sus brazos.

-Que bueno que estés aquí, así podemos comer juntos ya debe estar listo el almuerzo. - sonríe contenta.

Haciendo que el hombre se contagie.

-Estás muy callado. - dijo repentinamente.
-¿Cómo te fue en San Fernando?

Santos se lo veía venir, tragó saliva.

-Don Santos, niña Marisela. Disculpe la interrupción pero, el almuerzo ya está listo, pueden pasar al comedor. - dice Casilda a unos metros de ellos apenada por haber interrumpido.

-Ya vamos, Casilda no te preocupes. - respondió Marisela sonriendo a manera tranquilizadora, la ama de llave asiente y se retira.

Marisela le mira a Santos notando su extraña actitud.

-Enserio que estás muy callado. - se separó un poco de él para ir hasta donde su hijo y llevarlo con ellos al comedor.

Una hora después, Santos ya se encontraba en su despacho hablando con Antonio, quien había llegado a pedido de él y hablaba sobre su encuentro con Bárbara.

-Entonces dices... ¿qué espera un hijo? - pregunta confundido, no estaba entendiendo nada.

-Ella dice que espera un hijo, ¡pero yo no le creo! - respondió el abogado con el ceño fruncido.

-¿Por qué ese cambio de parecer con ella Santos? - indagó ahora Antonio interesado.

Antes Santos creía en el cambio de Bárbara y no sabe que otra cosas más y ahora, volvía a lo mismo. Eso le intrigaba saberlo.

-Porque desde hace unas horas me he dado cuenta que todo ese supuesto cambio de ella, era mentira, toda ella es una mentira y siempre lo ha sido. - Dijo con rotundo enojo.

-Claro, ahora entiendo... pero, dice estar embarazada. ¿De quién es?

-Ella "dice" que es mío. -mencionó con voz ronca de furia, Luzardo.

Antonio quedó pensativo. -¿Y si es verdad?

-¡Qué verdad ni ocho cuartos, es mentira! Ella sólo lo dijo para dañar a Marisela y volverme a enredar. ¡Pero no lo va a conseguir, yo no voy a permitir que me separe de Marisela y de mi hijo, no lo voy a permitir! - dijo muy molesto.

-Aún no lo termino de creer, tanto que tú me dijiste que había cambiado, tus palabras sonaban a orgullo... estabas orgulloso del supuesto cambio de Bárbara, hasta me lo creí. - se sincera.

-Yo también le creí, fui un tonto, ¿cómo no me di cuenta? Ya ves, todo era una mentira. Te juro Antonio que esta no se lo perdono.

Antonio se sorprendió. -Bueno ese es tu problema si no quieres perdonarle. Ahora dime, ¿qué le dijiste a Marisela?

Vivir Así: Amores y DesengañosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora