Vivir Así: Amores y Desengaños

Capítulo 10 - ¡ES NIÑA!

Cuando llegamos estaba más que emocionada, de saber del ser que llevaba en mi vientre.

Me entró nervios, otra vez debes relajarte Bárbara...
1...2...3, me relajo. Mientras espero que salga a atenderme el obstetra.

Samanta me miraba, no es que la estaba viendo pero, podía sentir su peso de su mirada en mi.
¡Sí! todavía conservo eso de mí.

Abro los ojos y el Dr. sale de su consultorio, y me llama.
Sam me acompaña a adentro.

—Buenas tardes, Sra. Bárbara, Srita. Santibáñez.- nos saludó amablemente el matasanos.

—Buenas tardes, doctor. — contesté al mismo tiempo con Sam.

—¿Cómo ha estado usted?

—Muy bien, doctor. — le dije con una sonrisa de oreja a oreja.

—Ya veo que es así, ¿emocionada? ¿Nerviosa? —me preguntó mientras se levantaba de su silla.

—Ambas doctor. — dije sinceramente.

—Es normal en una embarazada, que espera con ansias a su criatura. — me dice sonriendo. —Por favor, recuéstese en la camilla y levante su blusa. —me indicó.

Y así lo hice, me recosté en la camilla y levanté mi blusa

—Lo primero que vamos a hacer es escuchar los latidos de su bebé, ¿le parece? — yo solo asentí con la cabeza emocionada. —Bien, aquí vamos.

Encabe de un minuto se comienza a escuchar los latidos de mi bebé y no puedo estar más feliz.

Miro hacia la dirección donde se encontraba Sam, la pille secándose una lágrima, yo solo me limito a sonreír.

—¿Doctor qué es lo que se escucha de fondo? — pregunta con curiosidad Sami.

—Es el corazón de la madre. — responde él ante su inquietud.

—Muy bien su corazón está perfectamente, no hay riesgo de ninguna enfermedad, prosigamos ahora con la ecografía — es buena noticia que mi bebé esté bien de su corazón.

—Veamos... aquí está, vea su cabecita — me indica, yo soy pura sonrisas. —Vea sus bracitos, sus manitos, sus piernitas... pues ahora veamos si se deja ver que sexo es...— él buscaba y yo tenía los nervios de punta. —Ah mire Bárbara aquí está, es una niña ¡Felicidades Bárbara!, va a tener una hermosa niña sana y fuerte.

—Una niña....— digo con un hilo de voz.

—Mi ahijada. —dice Sam emocionada, sé que quiere saltar de la alegría y ¿yo? Pues igual.

—Muy bien Bárbara todo está en perfecto estado, no hay ni un riesgo, todo marcha bien. — el obstetra apaga la maquina y me tiende una servilleta de papel para que pudiera limpiar el gel en mi vientre. —Aquí tiene el CD de la ecografía como me lo ha pedido, es todo por ahora cuídate y nos vemos el próximo mes.

Yo tiro el papel en cesto de basura que había allí.

—Nos vemos doctor. — contestamos Sam y yo a la vez.

—Gracias por todo. — agrega antes de salir por la puerta del consultorio, él asiente de un movimiento de cabeza.

Una vez en las afuerad de la clínica me siento como en las nubes estoy tan pero tan feliz, ¡voy a tener una niña, una hermosa princesa! Me parece hasta irreal, ¿Qué más puedo pedir?

—¡¡¡Ayyy!!! ¡¡¡Bárbara una ahijada!!! ¡¡¡Voy a tener una ahijada!!! — grita la loca atrayendo las miradas de las personas que pasaban.