HISTORIAS ALREDEDOR DEL FUEGO

VISITANTES

Abro mis ojos y veo tu figura blanca al lado de mi cuna, mis padres durmiendo al lado no se dan cuenta que tu me meces y alcanzas mi biberón; recuerdo sentir curiosidad por tu forma tan diferente a la de los demás, ahora que recuerdo eras más como un humo blanco y dos huecos negros que creo eran tus ojos.  

Fuí creciendo y ya más grande corría por el pasillo que separaba mi cuarto del baño, siempre temerosa de las voces y las sombras que rondaban ese espacio, ya en la adolescencia cuando la curiosidad pica y te das cuenta que los sueños que sueñas se vuelven realidad y que las sombras que ves aún te acompañan; te rodeas de personas con la misma curiosidad y comienzan los juegos que jamás deberías jugar...ouijas, desdoblamientos, voces que escuchas cuando nadie más está ahí, el temor crece llegando casi al pánico cuando esta voces se acompañan de ojos que te observan en la noche.

Todo se desborda cuando esas voces se tornan violentas y desean tu muerte, cuando ya no sabes qué más hacer y piensas que estás perdiendo la cordura...fue ahí cuando mi mente recordó los sueños de la niñez, donde puertas de oro y gente de blanco me rodeaba; donde sentía tanta paz que no quería despertar, fue ahí cuando una noche en uno de esos sueños vi lo que nunca pensé ver, cuatro figuras me rodeaban y me llevaban a un espacio cerrado donde un libro gigantesco se abría, lo leí toda la noche...o eso me pareció, cuando desperté grité "entonces Dios si existe", sin que nadie me lo dijera...sin que nadie me buscara...esa noche algo en mi corazón cambió y aunque las figuras no desaparecieron ni los sueños se fueron tengo la certeza de que el mundo espiritual es real, tan real que ángeles y demonios luchan una batalla eterna y solo algunos pocos tenemos la sensibilidad para sentirla.

¿Y tu solo porque no lo has sentido piensas que no es real?, te aseguro que en ocasiones deseo ser como tu y no ver ni escuchar a los visitantes que me acompañan mostrando en sueños lo que le pasará a la humanidad.