TEMOR

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"Cuando Jesucristo nació ningún perro aullo",  me repetía una y otra vez mientras que los perros alrededor de la casa no dejaban de hacerlo;  era una noche diferente a todas... la luna llena iluminaba con su luz las casas del barrio y ninguna persona salía de ellas.   Creo que a todos nos recorría un escalofrío por todo el cuerpo con cada aullido de esos animales.   Todo empezó en la tarde cuando mi madre y yo miramos por la ventana como una jauría de perros corrían hacia el parque.

- Mira mamá!, hay como 50 perros corriendo asustados.
- Que raro hijo,  nunca había visto tanto animal junto.

Miramos por la ventana hasta que el último animal paso,  lo extraño era la impresión que daban de estar asustados y todos miraban hacia el  cielo.   Pero cuando el reloj marcó las 12 de la noche...

- ¿Qué les pasará a esos malditos perros que no dejan dormir?
- No lo sé mijo pero estoy asustada,  cada vez el ruido es mayor... como si todos los perros de la ciudad estuvieran en el barrio; es como si el diablo estuviera aquí.
- Usted y sus cuentos,  que diablo ni que alma en pena... asomese a ver qué pasa.
- Asomese usted si es tan valiente!,  yo voy a ver a Daniel; debe estar asustado.

Cuando mi madre entró al cuarto me encontró encima de la cama orando.

-  "Cuando Cristo nació ningún perro aullo". - repetía una y otra vez para calmarme-.
-¿ Mijo qué hace?
- Orar mamá,  para ver si estos perros se callan de una buena vez.
- No se asuste mijo,  eso pasará pronto... esos animales no pueden aullar toda la noche, ¿o si?.
- Mamasita mire por la ventana,  desde aquí se ve el parque... mire a ver qué hacen esos animales.

Mi madre se acercó a la ventana y vi como su rostro palideciase aparto y me miró intentando mantener la calma.

- No se preocupe mijo ahí están reunidos esos animales,  mejor intente dormir y no se arrime a la ventana.
- Pero ¿por...?
- Que no lo haga, ¡prometalo!.
- Si señora.

Mi madre salió corriendo del cuarto y yo quedé más preocupado que antes,  ¿por qué no me puedo asomar por la ventana?.   Con la cara que puso mejor ni me asomointento dormir pero el ruido no me deja y cuando el reloj marca las 3 de la mañana todos los perros callan; la curiosidad me gana y me asomo por la ventana... lo primero que veo es a la gente asomada mirando como yo a unos 100 perros todos haciendo un círculo perfecto y en total silencio mirando al cielo.   Al día siguiente todo el barrio comentaba lo sucedido y aunque nunca se supo qué pudieron haber vistopara todos los que lo vivimos esa noche el diablo visitó la tierra y los perros fueron los únicos que pudieron verlo.

N/A.   Lo de los perros paso en el barrio donde vivía cuando era adolescente y nunca supimos qué vieron esos perros que los hizo portarse de esa manera.

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