ISA

22 5 4
                                    

Otra noche empieza y yo sigo aquí esperando a que algún hombre me lleve y se pierda conmigo disfrutando un momento que me hará olvidar la realidad dolorosa que vivo, el sentir dentro de mi que he nacido en el cuerpo equivocado, lidiando con sentimientos que para el resto son impuros...pero para mí son reales.

Un carro se acerca y una vez acordado el precio me voy con este extraño, miro de reojo como me mira con lujuria y me preparo mentalmente para dejarlo profanar mi cuerpo; todo por dinero, como desearía que alguien me amara realmente...como desearía vivir de forma diferente.  Pero es un imposible, desde niño he sabido que mis gustos son otros...recuerdo mi primer amor -platónico claro-, solo me paraba en la puerta y lo veía pasar en frente del local donde ya trabajaba a mis escasos 10 años.

La lluvia comienza a caer y mientras llegamos al motel donde he elegido ir, recuerdo cuando me arrancaron de los brazos de mi madre...sus gritos aún hacen que lágrimas caigan en las noches de soledad, luego las manos de aquel hombre tocándome y haciendo conmigo cosas que nunca pensé se le pudieran hacer a un niño, luego me acostumbre tanto a eso...no sé si era porque era mi única forma de sentirme amado o porque yo era así desde un principio.  Pero ahora soy Isa, una trigueña a la que muchos hombres miran con deseo y eso a mi realmente me agrada; me gusta contonearme y ver como se les van los ojos mirando mis curvas o algunas mujeres que me observan deseando tener una nueva experiencia, a todos los uso como mi droga personal, solo quiero olvidar todas las imágenes dolorosas que me trajeron a esta vida.

Después de terminar el trabajo me dirijo por fin a casa donde me espera ella, esa niña se me ha clavado en el corazón desde que la vi; solo quiero protegerla y darle seguridad...ella es pura, aunque el mismo hombre que me destrozo en la niñez la destrozo a ella, eso no ha dañado su corazón y sus ojos hermosos y claros te atraviesan el alma sin que ella lo sepa, estoy en calma a su lado.  No quisiera enseñarle esta profesión pero en esta ciudad podrida es la mejor forma de conseguir dinero, intentaré evitar que salga a la calle...le daré tiempo de recuperarse y por última vez hablaré con él para que no se meta con nosotras y nos deje trabajar en paz; haré lo que tenga que hacer ya no debo temerle pues ya no soy un niño y a él solo le gustan los críos.

- ¡¡¡¡ISAAA!!!!! -escucho cuando abro la puerta, me hace tan feliz escuchar que le importo a alguien.

- Mi Gaia, ¿qué has echo el día de hoy?

- Extrañarte, ¿qué tal el trabajo?

-Normal, como siempre voy a darme una ducha y luego vemos una película ¿qué dices?

- No me digas que trajiste una viejera de no sé hace cuantos años, ¿por una vez no puedes traer una actual?.

- Tu desconocimiento del buen cine no tiene nombre...-le digo mientras le tiro mi camisa a la cara riendo-.

- A verrrrrrrrr que me vas a "obligar" a ver...mmmmm, otro "cla-si-co" de 19... ¡ESTO ES DEL SIGLO PASADO! pero ISAAAAAAAAAAAAAAA.

- Ningún pero...jovencita esta es una obra maestra de un muy buen director y tu debes culturizarte de alguna forma niña.

- Y desde cuando culturizarse daba tanto sueño jejejeje.

- Ya verás como te va a gustar, es el "Quinto Elemento", y me costó mucho encontrarla así que rápido prepara las palomitas y siéntate junto a mi; de alguna forma debemos ver otras épocas donde la podredumbre no era tan marcada ¿no crees? 

- Esta bien, pero la próxima la escojo yo. - Gaia se acerca y abraza fuertemente a Isa y por un momento se olvidan de todo y disfrutan juntas el echo de ser amigas-.

Que bien se siente que nadie te juzgue y te ame sin barreras, este momento queda gravado en la mente de Isa... ese momento que llega a ella minutos antes de morir por ella, sin temor; sin restricción y con una sonrisa dibujada en su rostro pues Gaia pudo huir de ese mundo podrido que consume las almas de todos los que caen en sus garras.

N/A : Homenaje a Isa (personaje de Renacimiento).

HISTORIAS ALREDEDOR DEL FUEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora