#05 Una increíble revelación

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 —Santo Cielo, ¿está muerto?

Peter Parker se encontraba totalmente inmóvil, a excepción de los rápidos movimientos de su pecho, con sus pulmones intentando recuperarse de toda la emoción pasada.
Estaba casi a gatas en el suelo de aquel tercer nivel del sótano, sin terminar de creer lo que acababa de ocurrir, contemplando  el lugar por donde su oponente se había precipitado al vacío.

Una y otra vez, sin parar, repetía en su mente lo que había sucedido.
Todo fue tan rápido. Si tan sólo el ascensor no hubiera bajado en aquel momento, podría haber hecho más.

—Al menos se detuvo en este piso, o lo hubiera aplastado.

¿Cómo podía fallar tanto?
Si no usaba sus poderes, un anciano tío moría en su propia casa a manos de un miserable ladrón; si los usaba para ayudar a un sujeto con bata de laboratorio, otro hombre —a quien por lo visto ya le habían hecho bastante mal— caía por el hueco del ascensor.

—Esa caída parecía ridículamente profunda, ¿cuántos niveles de sótano se pueden necesitar?

La característica campanilla indicando que las puertas del ascensor están por abrirse, lo trajo de nuevo al presente, haciéndolo saltar como impulsado por un resorte, logrando apenas escabullirse por las escaleras de emergencia en el momento mismo que un pequeño grupo de hombres armados cruzaba las enormes hojas de metal.

La puerta hacia las escaleras era pesada, pero Peter la cerró en un rápido movimiento mientras dirigía su mirada hacia cada rincón posible del estrecho lugar. Del otro lado, una voz autoritaria daba algunas órdenes y podían escucharse pasos precisos recorriendo el lugar.

—Si sigo parado aquí van a encontrarme y esto sólo va hacia arriba —pensó, de nuevo en voz alta—. Debo encontrar a esa criatura y asegurarme de que esté con vida. Después de todo es un hombre o, al menos, lo era...

Buscó un camino hacia abajo usando todos sus sentidos (y vaya que en esto él tiene una ventaja), pero ni siquiera así encontró la solución.

—El ascensor debe ser la única manera de acceder a esa área, así que supongo que tendré que subir primero y encontrar la forma de bajar después... sin ser visto, claro.

Pero sentado tras un monitor, en algún lugar de industrias Oscorp, alguien ya había visto lo increíble que puede ser el joven Parker.

«Es la clave, la pieza, el eslabón perdido —se dijo el hombre—, ¡nada menos que un adolescente!»

Asombrado, sin dejar de ver la pantalla, tomó el teléfono y marcó con impaciencia.
Era esa la llamada que tanto había deseado hacer.
Subió los pies al asiento, esperando con ansias que alguien respondiera, mientras veía de nuevo las imágenes captadas por la cámara de seguridad, analizándolas con una sonrisa amplia que poco a poco se convirtió en una risa histérica.

Finalmente, alguien tomó la bocina del otro lado.
—¿Ho... Hola?- respondió una voz con timidez.

Intentando contener la risa, el hombre congeló la imagen en la pantalla.
Sus dientes rechinaban y sus ojos abiertos parecían querer salir de sus órbitas.

—¿Hola? —repitió la voz en el teléfono— ¿qué... qué es lo que quiere?
—Hola—El hombre se inclinó aún más sobre la pantalla y respondió con voz irritante: —¿Dulce o truco, Curtis? ¿Dulce o truco?

El Increíble Spider-ManDonde viven las historias. Descúbrelo ahora