Mi Salvación

Dia 6

Me levanto.
Estoy mareada y con ganas de vomitar. Es de madrugada y despacio bajo las escaleras.
Entro a la cocina por un vaso de agua. Me refresca inmediatamente. Me quedo parada, con los brazos estirados en el lavadero. Tomó aire, me siento realmente mal.
Tomo agua en mis manos y la tiro en mi cara.
Siento algo venir y vomito. El lavadero se llena de asquerosidad.
Dejo el agua correr, para que se valla el vomito.

-Que asco.-digo.

Siento el sabor amargo en mi garganta y me la enjuago repetidamente.
Me giro y sin querer boto el vaso donde había tomado agua.

-¡Mierda!.-digo.

En menos de un segundo aparece George con un bate de béisbol.

-Creí que era un ladrón.-suelta el bate.-¿Que ocurre?
-Tranquilo, sólo soy yo.-digo.-Puedo estar vestida de negro, pero no soy un ladrón.

Termino de limpiar el lavadero. George se acerca a mi con expresión preocupada. Me agachó para recoger los pedacitos de vidrio esparcidos por el suelo.

-Deja, lo hago yo.-dice tomando los vidrios de mi mano.
-No, lo hare yo.-digo.-Yo hize esto.
-¿Que te paso?.-dice serio.

Ambos recogemos los vidrios.

-Desde hace un par de días, me he sentido mariada y acabo de desecharlo todo.-digo señalando el lavadero.
Toma la temperatura de mi frente.
-Estas sudando frío.-dice.-Vamos a acostarte.

Me toma de la mano, y nos dirigimos hacia mi habitación. Me muerdo el labio al sentir como aprieta mi mano.

-Acuestate.-dice.

Hago lo que me dice. Me envuelve en mis sábanas. El se va de la habitación, siento frío.
Vuelve con mantas y me arropa.

-Toma.

Me da una cadena, con un crucifijo.
-Lo único que necesitas ahora es fuerza de voluntad.-dice.
-¿Que pasará ahora?.-digo con el ceño fruncido.
-Ya lo verás.

Que irónico. Es lo mismo que dijo Daniel antes de violarme. Tengo la vista nublada y el frío crece desde mi interior. Odio admitirlo pero...quiero marihuana.
Mi labio inconcientemente empieza a tiritar.

-¿Vas a violarme?.-digo con los ojos apretados.
-¿Que?.

Para de hacer lo que sea que estaba haciendo y me mira fijamente. No respondo.
¿Por que dije eso?, no tuve el control de pensar antes de actuar.
-No, Maggie. No te violare.

La puerta se cierra. Giró la cara con cuidado y no está. Tengo mucho frío. Apreto mis puños con fuerza y siento que algo se me entierra en la mano. Reviso y tengo la cadena con el crucifijo. ¿En que momento me lo paso?
Lo vuelvo apretar, el frío aumenta.
-Haz que esto pare.-digo.

Me quedo dormida en todo ese frío.

Sueño con humo, esta por toda la habitación. Me veo dormida, inquieta. El humo entra por la ventana, me envuelve. Respiro hondo y sonrió de oreja a oreja.

***

Despierto, me levanto y abro la ventana. Necesito aire. Respiro hondo y salgo de la habitación.
Voy hacia la cocina, veo la hora en el reloj en la pared.

-¡Son las 14:00pm!, tanto dormí.-digo.
Katy lava los trastes.
-Si, George me dijo que no te despertara.-se gira y se apolla en el lavamanos.-¿De que no me he enterado?

Me siento en el taburete de la cocina y apollo mi cara en mis manos.

-Desperté en la madrugada.-empiezo.
Le relato todo lo sucedido, omitiendo las partes en que creía que me iba a violar.
-No escuche nada, tendría que haber estado despierta para ayudar.-dice Katy.
-Es que duermes como un tronco.-digo seria.
Nos reímos y ella vuelve a su labor.

Me voy a la sala y hago zapping. Dejo el canal de música, tomo mi cuaderno y lápiz. Lo abro, una hoja en blanco me espera.

Dibujo una cama, yo dormida sobre ella y la ventana donde se aproxima el humo.
No se cuanto tiempo habre estado dibujando, Katy ha venido a molestarme tres veces para que valla almorzar y le he respondido tres veces que no tengo hambre.

Cargo el lápiz para pintar aún más negro la maraña de pelo esparcidos en la almohada.
La puerta de la habitación está entreabierta y se asoma una débil luz de ahí.
Suena una canción de Lana del Rey "Vídeo Games"

Termino y admiro mi obra. No sin antes firmarla con un signo de paz, le hago lo mismo al otro.

-Maggie, son las 17:00pm. Debes comer.-me dice desde la cocina.
-Esta bien.-me rindo.
Voy hacia la cocina y tengo un gran plato de tallarines con salsa frente a mi.
-¿Tengo que comerme esta montaña?
-Si.-responde.

Me como un poco menos de la mitad y quedó satisfecha.

-No puedo comer más.-digo sobandome el estómago.
Katy me mira mal pero retira mi plato.
-Sabes que puedo hacerlo yo, no necesitas hacer todo tu sola.-digo.
-No, me siento bien.
-¿Enserio?.-levanto las cejas.
-De alguna forma siento que te ayudo y compenso mis errores.

Me acerco a ella.

-No has cometido ningún error.

No dice nada, sólo disfruta mi abrazo.
Me vuelvo a la sala con mi cuaderno.
Dibujo mi mano y en ella está la cadena esparcida con el crucifijo en el centro.

***

Llego a casa a las 10:00am. Los pies me están matando. Abro la puerta y me recibe mamá.

-Te dije que llegarás hace 1 hora.-frunce el ceño.-Por tu culpa perdimos la misa de los domingos.
-Una vez que no vallamos, no es gran cosa.-susurro
-¿Como que no es gran cosa?.-dice.
-¡Deja de molestarme!.

Subo rápidamente las escaleras y me encierro en mi habitación. Me quito la ropa bruscamente, quedó desnuda frente al espejo del baño. Las lágrimas corren mientras veo sangre en mis bragas. Veo mis pies rojos e inchados.
Dejo el agua correr, me siento tan sucia.

Jamás le había gritado a mamá pero un reto era lo que menos nesecitaba.

Las lágrimas se mezclan con el agua caliente. Paso el gel suave por mi cuerpo, quiero que está sensación se valla.
Me envuelvo en la toalla. Salgo del baño hacia mi cuarto y me visto con una polera XXL negra con letras blancas.
Me tiro en la cama.

¿Por que no seguí a Katy?, ¡Soy una maldita estúpida!, soy de lo peor. Todo es mi culpa...
Veo mi estuche a los pies de la cama, lo abro y veo 4 lápices, pegamento y un sacapuntas, que es de Katy. Lo tomo y empiezo a recordar todos nuestros momentos, la quiero tanto, es una de las personas mas importantes en mi vida.
Sin darme cuenta el sacapuntas se rompe en mi mano. Debi haberlo apretado demasiado, me hize un rasguño en el centro de la mano. Me lo merezco.
Hago girar la pequeña navaja en mis dedos.
Mi brazo desnudo atrae la navaja. La acerco y me corto, el dolor es no es nada a lo que hize. La sangre sale lentamente. Vuelvo a pasar la navaja cerca de la muñeca.

Me quedo dormida, sueño con sus manos. Siento asco, yo estoy gritando y el no para.

Día 6