Rango (Van McCann)

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En la fiesta de Hardy había un número considerable de personas. Mis amigos y yo nos encaminamos a la cocina en busca de vasos.

En este tipo de fiestas las personas acostumbran a llevar su consumo y el anfitrión lo demás. Es algo que se denomina "de traje", aunque teniendo en cuenta que hablábamos de Hardy y sus amigos, sabíamos que habían llevado botellas de más.

Tomé una cerveza sin inmutarme a preguntar de quién era, mientras los chicos empezaron a mezclar las bebidas.

-Larry nos ha dicho que te gusta una chica.- mencionó irónico Bob.

Aquí vamos de nuevo.

-¿quieres con una chica? Dios Van, juraba que eras gay.-. Agregó de la misma manera el hermano de Benji.

Imbéciles.

-Eso no es lo que Emily Johnson dijo.-. Canturreo Benji.

-Estaba algo ebria, así no cuenta.

Me dan ganas de quebrarte los anteojos Hall, cierra tu puta boca.

-No estaba ebria, no hay manera de que ella tomé alcohol.-. Dije entre dientes.

-Oh no, claro que no. Solo que sí se gaste 5 cajetillas de cigarros en una hora... ¿Cuando la besabas sabía a tabaco?-. Preguntó Benjamin.

No.

-Cómo sea. El punto aquí es que al pequeño Van le gusta otra una chica-. Mencionó Larry.

-Relativamente chica.

-¿a qué te refieres con eso, Bob?

-Es una chica de preparatoria. Los Blakeway y yo creemos que apenas debe tener unos 16.-. Tomó de su trago-. Está vez sí pasó los límites.

-Oh vamos, Bobby, tú eres el más pequeño de todos nosotros.- dije mientras lo abrace despeinandole el cabello.

-Lo sabemos, pero apesar de eso Bill tiene tu edad, Van. Benji solo es un par de años más grande que ustedes y piensa lo mismo.-. La voz de la razón incluyó.

-¿estás diciendo que estoy mal por sentir atracción, Larry?-. Contesté en un tono frío.

No me gustaba que la bola de imbéciles que tenía como amigos se metiera en mi vida íntima.

-Joder Ryan, no. Quiero decir que para nosotros ella es pequeña. Tienes 20 y en unas semanas 21, ella debió de haber cumplido los 16 apenas.

-¿qué quieres decir?

-Tú sabes en dónde te metes Van, pero recuerda que la mayoría de las chicas no saben lo que quieren.

Yo sí lo sabía.

Palabras y corazón cubiertos de negro en mi lugar, palabras y corazón blanco que van desaparecido en su lugar, mientras mi rastro quema.

Juegos, juegos, juegos.

No pueden retractarse de ellos.

Y yo era un jugador.