00

1.4K 142 35
                                    

JJ

El azabache se encontraba nuevamente frente a la cámara de su computador, modelando otro sexy conjunto que consistía en nada más que una falda color rosa pastel, por encima de una blusa blanca transparente y unas medias del mismo color, que se ajustaban perfectamente a sus muslos, como si estuvieran hechas sólo para él, sostenidas por un liguero que, al igual que la falda, también era rosa, haciendo que su nívea piel resalte y se vea aún más deliciosa, regalándoles una hermosa vista a todos los espectadores que se encontraban viéndolo mientras se desvestía y se tocaba.

Éste era el pasatiempo de los viernes de Jeon JungKook.

Tenía su propia página donde hablaba de su extraño–pero excitante– gusto de vestir conjuntos de colores pasteles y blancos, prometiendo –y siempre cumpliendo– hacer un directo cada viernes para modelarles a todos aquellos que estén interesados, su conjunto favorito de la semana y, ¿por qué no? mostrarles a todos sus seguidores la manera excitante en la que se toca a él mismo, brindándoles sus delicados gemidos.

Le encantaba sentir que varias personas babeaban por él, aunque nunca había mostrado su cara, ya que siempre se grababa de la nariz para abajo, sólo mostrando su coqueta sonrisa.

Se sentía orgulloso de ser el causante de las erecciones de decenas y decenas de hombres, ya que su página superaba, al menos, el millon de visitas por semana.

Sin duda, a JungKook le encantaba su trabajo, por que sí, él lo consideraba trabajo desde que empresas de hermosa ropa lo contactaban para promocionar lo que vendían. 

Su pene  apretaba, la pequeña tanga que estaba usando no ayudaba en nada, tenía una gran erección provocada por las obscenidades que le decían algunos chicos por el chat del stream, deseando follarse al chico con falda. No era una zorra, pero él también tenía sus necesidades.

—Gracias por verme otra semana más, recuerden que JJ los necesita aquí. —Luego de un rato, susurró coquetamente y luego hizo un puchero, señalando su culito que se encontraba levantado, y, mordiendo su labio, limpió con sus dedos el semen que había caído en su plano abdomen y los llevó a su boca para lamerlos, dando por terminada la transmisión. 

blancos y pasteles ➸ v.kDonde viven las historias. Descúbrelo ahora