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Primera corrida.

Otra nalgada vino, esta vez dejando las claras marcas de sus dedos.

—No tienes que saltarte las clases, chiquito. —Se inclinó un poco para poder llegar a su oído. Acarició su trasero muy suavemente y le dió un apretón. —Y mucho menos tocarte sin el permiso de daddy. —Susurró.

¡Snack!

Otro azote directo a su lindo culito. 

—Nhg, déjeme recompensar a daddy. —Suplicó, removiéndose nuevamente, rozando la dura erección del mayor.

—¿Y cómo lo piensas hacer, bebé? Muéstrale a daddy. —Lo ayudó a levantarse de sus rodillas y lo volvió a repasar de arriba a abajo.

Era tan malditamente hermoso.

Le encantaba la forma en las que su pequeño cuerpo se encogía cuando estaba avergonzado. Como llevaba sus bracitos hacia delante y los juntaba lo más que podía.

✕—Daddy... —Le habló, debatiéndose internamente si debería hacer lo que pensaba o no. Después de todo, ¿qué podría salir mal? —¿L-le gustaría que haga un show sólo para usted? —Mordió su labio. Si dejaba salir un poquito más de lo debido a JJ, lo haría bien.

—Muéstrame lo que tienes, chiquito. —Sonrió cálidamente al ver el nerviosismo del chico.

Nunca pensó que su mejor amigo le ofreciera tal cosa, y no sería tan tonto de rechazarlo después haberse masturbado tantas veces a su nombre.

Su boca se secó cuando el pequeño azabache comenzó a mover sus caderas lentamente, viéndose lo más caliente que se podía imaginar Taehyung.

Llevó sus manos a su cabello, revolviendolo un poco y después se deslizaron por todos su torso, levantando la camiseta de tirantes blanca que llevaba, dejando a la vista sus tiernos y sensibles pezones, haciendo que unas ganas casi incontrolables de lamerlos y jugar con ellos, entre en el mayor.

—Eres tan caliente. —Susurró, encantado con tales vistas.

Nuevamente, JungKook lo miró coqueto, mordiendo la punta de su dedo.

Con pasos lentos, se acercó a su daddy y acarició su pecho por encima de la camiseta, haciéndolo sentir un sentimiento cálido en su pecho.

Seguido a eso, el menor se volteó, dándole la espalda a su contrario y se inclinó para adelante, dejando a su vista su precioso y firme culo.

Se sentó justo en su erección, pegando su espalda en el amplio pecho del mayor y, con sensualidad, apoyó su cabeza en su hombro, mientras su mano izquierda lo abrazaba por el cuello.

Con delicados movimientos, movió sus caderas despacito, frotándose contra la gran polla que tenía de bajo, que lo estaba volviendo loco ya hace rato.

—D-daddy —Gimió en su oído, arrancándole otro a Taehyung.

Tenía a un hermoso chico en sus piernas, moviéndose tan malditamente sexy sobre su erección.

Podría morir en paz.

—Lo haces bien amor, sigue así. —Gruñó el mayor, tomándolo de la cintura.

Los movimientos se hicieron un poco más rápidos y fuertes, su erección parecía traspasar la tela de las bragas del menor para penetrarlo de una sola vez.

Con dificultad, Taehyung se sacó los pantalones y volteó al menor, mirándolo a la cara.

Podía llegar a ver sus mejillas rojitas y sentir su respiración irregular, causada por la excitación.

Con más rapidez, se frotaron entre sí, creando una deliciosa fricción que hacía gemir a ambos, sin querer parar.

Ambos estaban por correrse, lo podían sentir cuando sus penes se removían dentro de la ropa interior.

—Y-yo quería comerle la polla a d-daddy~ —Fue suficiente para hacer que el castaño de corra ferozmente, empapando la parte delantera de su boxer, provocando la misma acción en su pequeño, con la diferencia de que su semen cayó en sus piernas, ya que las bragas que llevaba puesta mostraba las punta de su pene.

—Eres increíble, chiquito. No veo el momento de follarte de verdad. —Habló coquetamente.

Era verdad lo que decía.

Él nunca se corrió sin metérsela a alguien.

Y no, las pajas no contaban.

—Yo no puedo esperar a sentirte dentro, daddy —Hizo un pequeño puchero —Tu gruesa polla en mi agujerito~ —Y sí, JJ gobernaba todo su cuerpo en esos momentos. JungKook nunca habría dicho eso.

Para esas altura, Taehyung estaba duro de nuevo, y estaba por entrar en acción, pero...

La puerta principal se abrió.

—¡Ya llegamos, cariño! —Y la voz de su madre se escuchó.

Como si lo hubieran golpeado para que entre en razón, el más pequeño saltó de los brazos de su daddy y se sacó la falda y las medias del conjunto que llevaba puesto. 

—Mi chiquito... —Sintió las manos del mayor en su cintura. 

Estaba rojo de la vergüenza. 

¿Él había provocado así a su TaeTae? 

—Y-yo... —Se giró, mirándolo cara a cara, y cuando sintió sus orejitas arder, ocultó la cara en el pecho del mayor, escondiéndose de su mirada. Sus manos apretaban la camiseta del mayor, escuchando su risa. —¡Es tan vergonzoso! No sé que pasó

—No te avergüences, bebé —Volvió a reír levemente.

—No quiero que pienses que soy una zorra. —Hizo un puchero inconscientemente,  levantando su carita para mirarlo, apoyando su mentón en su pecho.

—Yo sé que no lo eres. —Tomó su cara entre sus manos y le sonrió. —Eres la persona más tierna que conocí. Algunas veces —Bromeó y besó sus labios antes de separarse. No le sorprendía que sea tan tierno, después de todo, es TaeTae, y él siempre fue cuidadoso y cariñoso con el pequeño azabache. —Tu madre nos matará si no bajamos a recibirla 

La madre de JungKook ya estaba acostumbrada a ver a Taehyung a cualquier hora en la casa, y sospecharía aún más si no lo viera circulando por ahí.  

🔥🔥🔥

Para la madre de JungKook no pasó desapercibido el hecho de que Taehyung mirara tan fijamente los labios del ya nombrado.

Siempre supo que su hijo estaba enamorado de él, sin embargo no dijo nada. 

Lo único que esperaba es que Taehyung cuidara de su pequeño como siempre lo había hecho. 

Si ella supiera de qué manera lo cuidaba...

No era precisamente la manera más inocente, pero esa era su manera.

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BANGTAN GANO UN DAESANG QUIERO GRITAR, SE LO MERECEN TANTO 

blancos y pasteles ➸ v.kDonde viven las historias. Descúbrelo ahora