03

1.1K 122 34
                                    

Castigo

Una vez en clase de historia, se recostó sobre su banco. Quería desaparecer ahora mismo. 

Él ya estaba dentro del juego, y sería de cobarde escapar ahora.

Aunque, tampoco es que le disgustara.

El sólo pensar en su hyung haciéndolo suyo cuantas veces quiera, que lo tome con tanta fuerza y que lo haga sentir bonito con cada caricia.

Sí, definitivamente NO quería terminar con esto.
Quería ver hasta donde podían llegar.

¿Es muy malo imaginarse cómo su mejor amigo lo tomaba con fuerza en ese mismo salón donde se encontraba? 

Escenas demasiado calientes venían a su cabeza, una tras otra. Y adivinen, una erección ya se había formado entre sus pantalones, siendo apretada por las bragas que llevaba puestas. –Sí, se le hacían aún más cómodas las bragas que los boxers–. 

Era la primera vez que le sucedía en el instituto, y no tenía idea de qué hacer. 

¿Masturbarse en el baño, quizá? 

No era lo más inteligente, pero era una opción, y no pensaba quedarse a esperar que la erección bajara cuando aún seguía imaginándose las grandes manos de su daddy tomándolo de la cintura mientras lo empotraba contra el escritorio del profesor. 

Sin dudarlo un segundo más, se levantó de su asiento y tomó su mochila, corriendo hasta el baño para poder salir antes de que llegue el profesor.

Kim Taehyung no era sano.

🔥🔥🔥

Cuando por fin las clases finalizaron, se dirigió a su casillero, sacando sus cosas y metiendolas en la mochila. La tarea apestaba.

Pegó un pequeño salto al sentir un cuerpo detrás suyo y unas grandes manos que pasaban alrededor de su cintura, juntándose al frente para acariciar su plano vientre.

—Bebé, me han dicho que te saltaste las primeras clases... —Susurró una voz ronca en su oído, haciendo que el menor se estremezca entre sus brazos.

La gente que pasaba lo miraba mal, y no porque esté tan pegado a alguien, sino por estar tan pegado a Jeon JungKook. 

Estaba decidido, si se atrevía a "corromper" al niño, al primero a quien mataría sería a él. 

—D-daddy. —Susurró, girándose para mirarlo y pasó sus bracitos por los hombros del mayor con timidez. Si van a jugar, van a jugar bien.

—¿Primer día y ya quieres un castigo? —Le dedicó una de sus características sonrisas, acariciando su espalda baja con su pulgar. 

—No daddy, no quiero un castigo —Hizo un pequeño puchero, ablandando el corazón del castaño. 

—¿Y por qué te has saltado las clases, amor? Eso es malo. 

—Lo sé, pero es que... —Calló, sonrojándose brutalmente, agachando su cabeza. 

—¿Que sucedió? —Habló con un tono de voz mas fuerte, que hizo, de algún modo, excitar a JungKook. 

—Y-Yo... —Tiró de su cuello, acercando sus labios a su oreja. —Estaba caliente, daddy. —Murmuró con un tono coqueto mientras acariciaba los cabellos de su nuca. Esperaba así librarse de su castigo. 

—¿Ah, sí? ¿Qué tan caliente? —Sonrió con sorna, acercándolo más a él. 

—M-mi cosita dolía. —Susurró inocentemente, pero sin perder ese tono coqueto.

blancos y pasteles ➸ v.kDonde viven las historias. Descúbrelo ahora