La historia comienza luego de la noche en el hotelito de María y Esteban. Era la primera vez que hacían el amor luego de veinte largos años de estar separados. Tantos años sin amor, sin ternura, sin caricias, para los dos, pues Esteban cada una de las veces que había estado con una mujer en esos años había sido solo por compañía, por satisfacer sus necesidades físicas de hombre, porque en el fondo Esteban sabía que a la única mujer a la que verdaderamente podía y quería hacerle el amor era a María, la mujer de su vida, la única a la que había amado realmente. Con ella era especial pues no era únicamente sexo lo que tenía, con ella era mucho más, era amor, era deseo, era pasión, una pasión desbordante que embriagaba sus sentidos. Con María, Esteban se sentía completamente pleno y satisfecho y qué decir de ella, que luego de veinte años sin una caricia esa noche volvió a sentirse mujer en los brazos del único hombre que había amado y que no solo era el dueño de su cuerpo sino también de su alma y de su corazón.
*En la mañana, ya pasada la noche romántica*
(Sentados en la cama, ya vestidos, María había accedido a que pasaran el día juntos, así que planeaban ir a cambiarse de ropa para luego ir de paseo)
M: Esteban, me hiciste la mujer más feliz del mundo anoche.
E: Mi María, soy yo quien debe decir eso, anoche me sentí vivo, pleno y satisfecho al volverte a tener entre mis brazos. No sabes cuánto tiempo soñé con ese momento.
M: Yo también lo soñé muchas veces mi amor. Te amo.
E: Y yo te amo a ti...(besándola apasionadamente. María correspondía)
*La puerta se abre*
Entra Ana Rosa; María y Esteban seguían besándose hasta que escucharon el ruido de la puerta y de golpe se pusieron de pie. Había caras de sorpresa por todos lados. María y Esteban por un lado se quedaron atónitos mientras que Ana Rosa los miraba con una cara de falsa indignación.
AR: (fingiendo) ¿Esteban que haces con esta mujer aquí?
E: No Ana Rosa, ¿que haces tú aquí? María es mi esposa y puedo venir con ella a donde yo quiera y además como entraste?
M: (Quien había permanecido callada todo este tiempo) ¿Ana Rosa tu qué haces aquí.? No entiendo como entraste y con qué derecho vienes a reclamarle a Esteban que él y yo estemos aquí. Por si no lo recuerdas él y yo estamos casados, así que te pido que te retires.
AR: No pienso irme. Quieres saber cómo entré? Muy fácil con esta llave (mostrándosela), esta llave siempre la tengo yo así como Estaban tiene la suya, porque el siempre tiene reservado este cuarto para nosotros. (La cara de María se transformo por completo, estaba muy confundida pero comenzó a entender lo que pasaba a su alrededor).
M: (mirando a Esteban) ¿es cierto lo que dice esta mujer Esteban?
E: María como puedes pensar eso, yo jamás traería a otra mujer a esta habitación, que es tuya y mía, testigo de nuestro amor. No puedes creer lo que dice Ana Rosa.
AR: Esteban no mientas, tu bien sabes que es cierto lo que estoy diciendo. Hemos hecho el amor muchas veces en este cuarto, en esa cama. No lo niegues.
M: (sus ojos estaban comenzando a humedecerse, pero a la vez su rostro mostraba furia, frustración y celos, lo único que quería era salir corriendo de ahí) Ya no quiero oír mas (tomando su cartera para irse) Pueden quedarse aquí en su habitación, en su cama. (Saliendo del cuarto)
Esteban se desespero al ver que María se iba. -María, espera-
E: (mirando a Ana Rosa antes de salir de ahí) Esto no se queda así, las verdades siempre salen a la luz y ni tu ni nadie podrán separarme de mi esposa. (Salió corriendo detrás de María)
....
AR: (pensando) ya veremos Esteban. Por ahora no pienso hacer nada porque tengo planes más grandes para separarlos. Había pensado en cortarme las venas para que tú te sintieras culpable y te acercaras a mí pero eso sería muy sencillo e infantil. Lo que si te juro es que no permitiré que estén juntos. Lo mejor está por venir (con una sonrisa malvada)
*Recepción del Hotel*
Esteban había alcanzado a María, intentaba convencerla de que lo que Ana Rosa había dicho era mentira.
E: María por favor tienes que creerme, Ana Rosa mintió, esa habitación es tuya y mía nada más.
M: Esteban no puedo creerte. No sé qué pensar, me llena de celos imaginarte con esa mujer en la cama donde tantas veces me juraste amor. En la cama donde anoche me convertiste en mujer nuevamente.
E: María mírame (tomándola por la barbilla, haciéndola mirarlo a los ojos) ¿Tu de verdad crees que yo sería capaz de traer a otra mujer a este lugar? María yo te amo y no sería capaz de hacerte eso, de hacernos eso, porque sería engañarme a mí mismo, cuando se perfectamente que ese cuarto nos pertenece solo a nosotros.
M: (Escuchaba atenta a las palabras de Esteban y lo miraba a los ojos, lo sintió tan sincero que en el fondo sabía que no le estaba mintiendo pero aun así se sentía confundida, necesitaba pensar antes de tomar cualquier decisión) No se Esteban, en el fondo te creo pero necesito aclarar mi mente, déjame pensar. Por favor vámonos a la casa. Déjame allí, hoy no tengo ganas de ir a la empresa.
E: Como quieras María. Para mí ya es una ventaja que al menos sientas que te soy sincero. Te dejare pensar pero solo recuerda que te amo y que lo eres todo para mí. Yo soy tuyo María.
Esas últimas palabras retumbaban en la cabeza de María -Yo soy tuyo María-, y sin duda ella era solo de él y siempre lo seria. El camino de vuelta a la mansión fue un poco tenso pues no hablaron durante el trayecto. Iban cada uno metidos en sus pensamientos. Esteban dejo a María en la casa, le dio un beso en la frente y le dijo que buscara las respuestas a sus preguntas en su corazón. Subió a cambiarse y luego se fue a la empresa. María por su parte se dio un buen baño relajante y ahora yacía en su cama pensando en las palabras de Esteban -Busca las respuestas a tus preguntas en tu corazón-. Y eso hizo, pensó en todo lo ocurrido y se planteó la duda más grande que tenía: Seria capaz de engañarla Esteban con otra mujer. Llego a la conclusión de que no. Durante el tiempo que estuvieron casados antes del lamentable suceso donde la encarcelaron, jamás lo hizo y su corazón le decía que ahora tampoco lo estaba haciendo. Respiro aliviada, se puso de pie y se dijo -te voy a dar una sorpresa Esteban, te voy a demostrar que confió en ti y que ya no permitiremos que la desconfianza acabe con nuestro matrimonio (sonrió contenta mientras se disponía a buscar algo en los cajones de su buró)
Continuamos pronto.
Los capítulos ya los tengo pero los iré subiendo poco a poco porque estoy recopilandolos.
Besos😘

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NUESTRO AMOR ES MÁS FUERTE QUE TODO
FanfictionMi versión de la telenovela La Madrastra. Situaciones que me hubieran encantado ver entre María y Esteban. Un amor que superó el tiempo, la distancia, las mentiras y el dolor. Un amor más fuerte que todo. ❤ Historia previamente publicada en el Forot...