Capítulo 9

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Al: (la miro desde arriba de las escaleras y tuvo que tragarse toda su furia) Hola María, veo que ya apareciste...

M: (María la miro como buscando algo en ella, recordó como uno de los secuestradores le había dicho que la tenían secuestrada por instrucciones de alguien que la odiaba y entonces miro a Alba con sospecha. Seria ella? Como saberlo, si tenía tantos enemigos...) Si ya aparecí, no te da gusto verme? (sonrió con un poco de malicia, sabía que aunque Alba hubiera sido o no la de la idea de secuestrarla de igual manera la odiaba y más aun odiaba verla ahí viva, y en perfecto estado)

Al: (bajo las escaleras y se paro delante de María) Claro que no me da gusto verte, para que nos hacemos tontas, sabes que no te soporto, pero bueno eso no quiere decir que te deseara tan mal final en manos de quien sabe quién (disimulando)

M: (ellas hablaban mientras los demás miraban la escena) Claro es cierto (irónica) tú no eres tan perversa como para desear algo así

Al: Pues no, una cosa es que te odie y que desee que te vayas de esta casa pero otra muy distinta es desearte el mal, no me gusta desearle el mal a nadie, ya ves que eso a veces se rebota y vuelve hacia a uno (mintiendo)

M: (sonriendo triunfante) Aaah si claro, bueno pues aunque no lo creas a mi si me da gusto verte, digo cualquier cosa es mejor a estar secuestrada (todos se rieron en silencio por el comentario de María y Alba sintió que su hígado iba a reventar del coraje)

Al: (furiosa) Te sientes muy envalentonada ahora porque los muchachos ya están de tu parte verdad?

M: Envalentonada no, pero feliz si, los hijos de Esteban por fin se dieron cuenta que yo no soy una mala persona y que tu solo estabas metiendo cizaña y poniéndolos en mi contra.

Al: Tu no vales nada María y ahora los muchachos están engañados por ti pero tarde o temprano se van a dar cuenta que no eres más que una mujerzuela y una asesina...

M: (enojada y gritándole) Mira Alba no te permito que me hables así, ya estoy cansada de tus insultos y humillaciones. Esta es mi casa y en mi casa yo no permito que me falten al respeto de esa manera.

Al: (sonriendo malvada) Y que vas hacer María? No puedes correrme, esta casa es de mi sobrino y no tuya como dices...

Esteban decidió acercarse porque vio que la situación comenzaba a ponerse tensa, los demás miraban...

E: (parándose junto a María) Te equivocas tía, esta casa es de María también y ella tiene los mismos derechos que yo para decidir respecto a lo que sea

Al: (indignada) Te vas a poner del lado de esta mujerzuela?

E: (enojado) Ya basta tía, que sea la última vez que te refieres así de María

Al: Pues es la verdad, se caso contigo, quiere hacer su voluntad aquí y en la empresa y lo más seguro es que te este engañando revolcándose con su abogado o con el tal Gerardo

M: (Esteban se molesto y ella también por el comentario de Alba) Bueno ya fue suficiente, quiero que en este momento recojas tus cosas y te vayas de esta casa, ya me canse de tus insinuaciones y de tus malos comentarios, te vas ahora mismo

Al: Esteban vas a permitir que...(no pudo terminar pues Esteban la interrumpió)

E: Si tía lo voy a permitir, vete en este momento, ya le has faltado demasiado el respeto a María y eso si que no lo permito.

Al: (furiosa, necesitaba hablar con Demetrio y ver porque María estaba libre y no secuestrada como ellos creían, no tuvo más remedio que aceptar la decisión de su sobrino e irse de la casa) Te vas a arrepentir de esto María (subió enojada a su habitación para recoger sus cosas)

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