We don't talk anymore.

VII

-Clint, respira hondo y volvéme a contar todo -dice Tony a través del teléfono, sosteniendo una conversación con su amigo.

-Deja de pensar tanto en Rogers y escúchame con atención, llegó un chabon que está más bueno que... que, mierda, que todo.

Tony ríe ante lo pronunciado por el contrario. -No me sorprende, igual, siempre tuviste buen ojo. ¿Dijiste que era de Europa?

-Hm, no me lo hagas acordar que me dan ganas de masturbarme oliendo su ropa.

-Woah, mucha información -se queja-. Los chicos buenos llegan justo cuando Steve se decide a declararse, qué suerte la mía.

-El destino los quiere juntos, y bueno, a mí con Pietro... Hasta su nombre está bueno. Bueno, basta, me va a dar un colapso mental. ¿Cómo anda la cosa por la mansión Stark?

Tony clava la mirada en el techo, prestando atención a la conversación. -Bien. ¿Querés venir mañana? Jugaremos al golf...

-No sabes cómo me gustaría pero... no puedo, tengo que enseñarle más cosas a Pietro. Eso durante toda la semana. ¿Te dije que es mi compañero de cuarto?

-No... -Y sí, ya se lo había contado, pero Tony sólo quería que siguiera y siguiera hablando...

{»}

El rubio siente que no puede más fruncir el ceño, observando cómo el menor de su familia está correteando por todo el campus como si estuvieran en Grecia otra vez... y fueran niños. Está sentado junto a Scott viendo a sus dos "compañeros" hablando y, lo que se ve a simple vista, divirtiéndose.

Scott, quien tenía la mirada enfrente, mira a su acompañante de reojo antes de mirarlo fijamente y reír escasamente. - ¿Por qué esa cara?

Thor, dándose cuenta que ha estado con esa mirada por un largo tiempo, se normaliza y observa a Scott, aún con un semblante serio. -Es que... El Loki que yo recuerdo me arrojaba lo primero que tenía a mano, no tenía amigos y comía los libros como Clint toma el café.

- ¿Para tanto?

-Para tanto.

- ¿Y qué te molesta tanto? Posta, si yo fuera Loki, estaría con un palo de cocina por todos lados para que tomes distancia de mí -bromea tomando un sorbo de su Coca-Cola.

-No es que me moleste, es que me parece raro... muy raro -responde volviendo a poner a mirada sobre su hermano, notando que los años perdidos a su lado se notan en los rasgos maduros de su rostro-. ¿Cómo te ha ido con Wanda? ¿Era ese su nombre?

-Sí... Y bien, es muy amable y educada. Le va a caer muy bien a Avispa, pero no quiero mencionarle nada del tema a no ser que ella pregunte -deja su bebida terminada en la mesa-. ¿Sabes a lo que me refiero?

-El peor arma de las mujeres... Los celos.

-Exacto, hombre. ¿Cómo va todo con Jane?

-Terminó conmigo -responde como si nada, tranquilo-. En realidad me pidió el tiempo que yo quería pedirle, no doy para más. Si no la tengo en físico, no la quiero tener... Siento, todo el tiempo, que estoy vacío si no está alrededor.

-Siento oír eso... -murmura, realmente dolido. Odia mucho estar en situaciones así con sus amigos, nunca sabe cómo consolar.

-Sabría que realmente lo siente si cambias de tema.

-Claro, mientras miraba a Wanda no pude evitar notar qué apuesto es tu hermano. Y fiché que es exactamente el tipo de Tony, tenés suerte de que Steve haya robado su corazón porque si no tu hermano correría un gran riesgo -bromea de nuevo, queriendo calmar el ambiente a su alrededor.

-Lo de Steve me sorprendió cuando me enteré, y más me sorprendió cuando me enteré de Bucky y Nat -comenta, sacando la mirada de su hermano. Sí, está muy apuesto-. Tenía entendido que Bucky estaba interesado en Tony.

Scott roda los ojos. - ¿Quién no ha estado interesado en Tony, por favor? Hasta yo llegué a comerlo con la mirada.

-No, no, no, me refiero a muy interesado. Hasta le salían corazones de los ojos cuando lo miraba tocando la batería en cuero -añade enfatizando con sus manos y alzando las cejas, interesado en hablar del tema-. Emociones que compartía sólo con Clint y conmigo, le aterraba hablar con Steve del tema.

- ¿Estaban los dos enamorados de la misma persona? Me muero -dice Scott con más interés-. ¿Bucky sabía que Steve gustaba de él, no?

-Sí, él vivió la época en la que Steve no paraba de hablar con Bucky acerca de Tony, como hace cinco meses atrás. También la época de la adolescencia de Steve, cuando se sentía atraído por Tony a través de internet -añade, sacando su billetera del bolsillo trasero con la idea de comprar algo para comer-. ¿Sabías que se conocen desde que Tony tiene quince, no?

-Mierda, Thor, cóntame todo.

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Steve golpea fuerte la bolsa de boxeo, recordando todas las conversaciones que tenía con Tony acerca de cómo su padre lo abusaba. Las imágenes chocan unas con otras en su cabeza y siente los nudillos a punto de explotar en cualquier momento. Y no hubiese parado hasta sangrar de no ser porque Bucky hizo su aparición en el gimnasio.

-No quiero ser yo del quien estés pensando cuando golpeas eso -dice, haciendo que Steve parara y lo mirara con una mirada neutra-. Nat me dijo que te encontraría acá, y que te hablara.

- ¿Por qué? -Pregunta tomando la toalla que colgó en la bolsa, secando el notable sudor que resbala por su frente.

Hace una mueca con los labios llevando las comisuras hacia abajo, restándole importancia. -Nada, es que cada vez que él se va, vos te ponés melancólico o rompe huevos o... cerrado en tus sentimientos.

- ¿Desde cuándo me conoce tan bien? -Pregunta yendo a buscar su agua y su bolso, queriendo salir de ahí.

-Ella conoce a todos -responde encogiéndose de hombros, siguiéndolo a la salida-. ¿Querés hablar de Tony?

-Me gustaría pero son cosas personales de él, capaz en algún momento puedas sacarselo.

-Por supuesto, él me ama, pero entonces deja que te despeje un poco la mente aunque sea -le da una palmada en la espalda a su amigo, arrepintiéndose al sentirla toda sudada.