We don't talk anymore.

I

DOS MESES ANTES...

El pánico recorre sus venas, la ansiedad palpita fuerte en su pecho, el nerviosismo le hace suspirar e inspirar para recuperar el oxígeno.

Hasta que el timbre, logrando que la hora del receso se abra ante él, provoca que todo se vaya lejos. Aquellos ataques vienen cada tanto, supone que es por el estrés del deseo de tener la marea baja otra vez. Mañana tendría una visita a casa de sus padres y no puede estar más emocionado.

Levanta su trasero del asiento, llevándose sus cosas consigo para ponerlas en su casilla antes del almuerzo. Un cuerpo se apoya en los casilleros que están junto al suyo.

-Col de Bruselas.

-Antojo me das -responde del mismo modo, dejando que Tony reciba su gran sonrisa-. ¿Viste el chat del grupo?

-No, olvidé el teléfono en la habitación -cierra el casillero y se dirige a su amigo, dedicándole, al igual que éste, una sonrisa-. ¿Te han invitado a la fiesta de los 80'?

-Acabo de recibir la invitación, James la hace -responde, comenzando a caminar directo al buffet junto a él-. Me pidió que te obligase a ir. Yo le dije que era estúpido tratar de obligarte porque irías igual.

-Planeaba emborracharme solo en mi habitación pero si puedo hacerlo en una fiesta, mejor -responde acomodándose su campera de jean, unas tallas más grandes, que está por encima de una camiseta negra más unos pantalones del mismo color-. Mañana vuelvo a casa.

-Lo sé -dice poniendo su mano en el hombro ajeno, sabiendo todas las preocupaciones de su mejor amigo-. Y sabes que cualquier cosa puedes mensajearme. No te dejes abrumar por todo.

-Lo que acabas de decir entró por un oído -señala su oído derecho- y salió por el otro -añade señalándose, esta vez, el oído contrario-. Es difícil, Bruce -suspira antes de poner su mejor cara al entrar en el buffet-. ¿Por qué mi querido Barnes quería que fuese a su fiesta? ¿Tanto me da?

-No, él está con Nat -responde, mostrando una mueca de desagrado-. Perdiste tu oportunidad con él, están re casados.

-Qué lástima, escuché que hace buenas mamadas -le guiña un ojo a Bruce quien pone los ojos en blanco-. ¿Papas con pollo?

-Correcto.

-Busca una mesa junto a una ventana -responde dirigiéndose a la fila para recoger su comida.

- ¡Iré con Bucky! -Grita el otro, sabiendo que su amigo no tiene tiempo para protestar ni negar.

Tony bufa por lo bajo, por más que adore a James, detesta cuando éste se pone de novio porque es completamente irritante. Recuerda cuando estuvo saliendo con Sam y no dejó de mostrarle canciones que surgían gracias al marrón de sus ojos. Son minis detalles, pero Tony no soporta que otra gente esté enamorada porque él nunca experimentó la estupidez que se planta en el cuerpo cuando uno no deja de pensar en una persona.

Llega su turno y agarra dos bandejas, sirviendo su almuerzo y el de su mejor amigo. Una vez terminado, voltea para encontrar a Bruce junto a Pepper y Avispa en la mesa del grupo de James, donde está Sam, Clint, las dos chicas antes mencionadas, Natasha y... Steve Rogers. Vuelve a poner los ojos en blanco, volvió el presidente de la clase.

Se acerca a la mesa y ve que el único asiento disponible es entre Clint y Avispa. Pone el almuerzo de Bruce enfrente de él, el suyo en el lugar vacío y se sienta, no sin antes saludar a todos con un saludo general. Su vista se planta en el rubio de ojos celestes que intenta impedir a toda costa devolverle la mirada.

-Volviste -se digna a decir el castaño al recibir la ignorancia entera del contrario-. ¿Cómo te fue con los hombres lobo? ¿Tengo que ocultarme de ti ante la luna llena?

Steve gira a él con una ceja alzada. -Escuché que me extrañaste -responde el chico-. ¿Tu orgullo te impide admitirlo?

-La verdad tenés razón, extrañé que me tengas de punto y castigues por llevar bebidas milagrosas. ¿Por qué tardaste tanto en venir? -Pregunta con una sonrisa arrogante, llevándose una papa a la boca.

-Yo sí te extrañé -responde con una sonrisa sincera, volviendo a poner su mirada enfrente, donde el único que presta atención a su conversación con el genio de familia billonaria es Bucks-. ¿Vienes a la fiesta?

-Sí, me gusta la temática.

- ¿Beberás? -Pregunta bajando la vista a su plato antes de plantarla en aquellos ojos de largas pestañas-. Di que se te fue el hábito mientras yo no estuve.

-Error.

-Entonces tendré que volver a castigarte...

Tony hace una sonrisa de lado, le encanta malinterpretar sus frases.