VI [2/2]

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Al abrir los ojos, captando la luz del día, uno nuevo que se asomaba a mi desdicha. Gruñí en un intento fallido por recuperar fuerzas para levantarme, mi garganta dolía como los mil demonios y se encontraba tan seca que el tragar saliva se me dificultaba en demasía. Ya estando de pie, me dirigí al baño, queriendo observar mi actual estado. Bastante triste. Lucía como un cadáver, mis ojos estaban hinchados, y bajo ellos unas oscuras manchas. Mis labios resecos, con evidencia a poder quebrarse en cualquier momento. Envolví mi rostro entre mis manos mojadas, para despertar mejor, borrar todo. Y volví mirarme al espejo, pero seguía igual, mi rostro seguía demacrado y daba lo mismo lo que hiciera, nada cubriría aquel crimen.

Escuché como golpeaban la puerta, seguido de unos gritillos, como queriendo parar algo. Desentendido, y volviendo a mi mismo, fui hacia la puerta.

-¿Usted es Jeon Jungkook?

Preguntó un joven bastante alto, al menos más que yo, lo observé por un rato. Unos ojos rasgados que eran cubridos por unos lentes en el valle de su pequeña nariz, tenía labios gruesos, sentí que eran del mismo tamaño como los de Jin hyung, y cabello castaño, peinado de una forma bastante formal, al igual que su vestimenta, lucía un traje blanco, similar a un enfermero. ¿Qué sucede?

-Si, soy yo, ¿Qué se le ofrece?

Atrás de la persona que estaba frente a mi piso, divisé a Jin, gritando, mientras era sujetado por otro joven vestido también de blanco.

Todo pasaba en cámara lenta, inclusive, me era imposible escuchar los gritos de Jin hyung, que parecía estar desgarrándose su garganta, no entendía la situación. Ni tampoco entendí cuando el chico que estaba en frente mío; Namjoon, me tomó del brazo junto con su compañero Hoseok, sacándome de mi propia residencia, sacándome con lo puesto. A lo lejos veía llorar a Jin hyung, sus labios pronunciaban crueles palabras que luego entendería.

"Lo siento mucho Jungkook"

¿Qué sientes hyung? ¿Hiciste algo? ¿O es por no poder evitar algo?

Y finalmente, tampoco entendí la situación cuando entre tanto movimiento para poder zafarme de sus agarres me inyectaron una sustancia.

***

Consciente, o inconsciente. Me debatí durante un momento, cuestionándome sobre mi existencia, en donde me encontraba, si volvería a ser yo. En medio de preguntas sin responder, abrí mis ojos para luego cerrarlos con fuerza. La luz que se refractaba por mis corneas eran bastante cegadoras, tan blanco, que por poco pude asociarlo con un pitido de larga duración.

Al acostumbrarme a aquella luz, intenté ubicarme, utilizando la única ventana en la habitación como referencia. Fallando en el intento, sólo podía divisar áreas verdes, lo que no me molestaba, al contrario, me tranquilizaba. Al menos sabía que no estaba en un sitio eriazo cualquiera o en medio de un desértico pueblo.

Calmé mi respiración e intenté moverme, mi cuerpo pesaba más de lo común. Observé alrededor mío, buscando algún artefacto incrustado en mi piel, ya que la habitación parecía a las de un hospital, pero nada.

Todo parecía tan real como para ser un sueño.

Escuché un ligero sonido provenir de la puerta, alguien venía, y tenía curiosidad por saber quién me tenía en esta habitación.

-Buenos días señor Jeon.

Voltee apenas, y lo observé, vestía un traje muy formal, una corbata negra se asujetaba a su cuello dándole un aspecto de empresario, a no ser del momento en que miré su demás vestimenta; una bata blanca y una placa plateada llamaron mi atención. ¿Un doctor?

DELIRIUM ¡! KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora