Día 4

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- ¡Buenos días a todos!- dijo la profesora

¿Otra vez? No paro de aparecer en lugares distintos y no recuerdo como he llegado.

- Quiero que os pongáis en pareja para hacer los deberes de matemáticas

Todos y digo todos hicieron parejas corriendo, habían pasado solo 2 segundos...

- ¿Alguien no tiene pareja?-preguntó la profesora

- Yo – dije

- Yo – dijo César

- Pues hacéis una pareja- dijo

Empecé a ponerme roja como un tomate, ¿porqué me tocaba con él?

Nos fuimos a otra clase, estábamos solos, nos sentamos en una mesa con todas las hojas que nos dieron y un estuche.

- ¿Tienes un bolígrafo de sobra? -me preguntó

- Claro, cógelo-le dije

- ¿Y ésto? - me preguntó señalando su nombre en el estuche

- ¿El qué? Yo no he escrito nada- no sabía como había llegado ese nombre ahí- bueno  coge el bolígrafo que si no no podemos entregarlo.

Había pasado media hora y aún no había escrito ni mi nombre, César tampoco...estábamos en nuestro mundo pensando en nuestras cosas, y claramente yo estaba pensando en él.

- ¿Tu me quieres?- le pregunté

- Claro que sí,siempre te he querido, eres la niña de mis ojos.

En ese momento recordé que yo estuve saliendo con él, por eso mi amiga me dijo 'Sé que no puedes olvidarlo', ahí me encaja todo.

- Sé que entre nosotros hubo algo pero no recuerdo nada- me dijo

Me quedé un poco pensativa ya que él no recordaba nada...

De repente, por el cristal de la puerta pasó una profesora vigilando, miró hacía adentro y nos vio a los dos solos. No paraba de pasar y a mi me estaba poniendo de los nervios.

-Puf- soplé

- ¿Qué pasa? -me preguntó él

- La profesora que anda por el pasillo me está poniendo de los nervios- en ese momento volvió a pasar.

- Pues pasa otra vez y le digo algo- me dijo

Y otra vez, pasó mirándonos.

- Ya está bien-dijo él levantándose

Escuché la conversación, él le dijo que estábamos con consentimiento de la profesora, que ella nos había dejado y que no estábamos haciendo nada malo, sólo los deberes.

Él entró por la puerta y la dejó abierta, cogió las cosas incluso mi estuche.

- Sígueme, corre-me dijo saliendo de la puerta

Cogí mis hojas y salí por la puerta, él subía por las escaleras del colegio, ¿para qué? No tenía ni idea pero la intriga me hacía ir más rápido.

Llegamos a la azotea del colegio a la que nunca había subido nadie ya que perdieron las llaves hace mucho tiempo y él supo como abrirla.Pasamos y cerró la puerta, me di cuenta de que se veía un paisaje precioso, justo en ese momento me cogió de la mano y me miró a los ojos.

- ¿Qué pasa? - le pregunté- ¿porqué me coges de la mano?

- Quiero decirte una cosa muy importante – me dijo con una sonrisa de oreja a oreja

- Claro, por supuesto- le dije con cara de embobada

- Te.....

Recuerdos de la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora