Recuerdos de la vida

Día 14

- Una mezcla son un conjunto de átomos – dictaba la profesora

- ¿Qué ha dicho? - me preguntó César

- Que una mezcla es un conjunto de átomos – le dije mirando a mi hoja

- Oye que me puedes mirar – me contestó

Aquí no sé si la rara soy yo, o los demás. El otro día César me dijo que no le tenía dirigir la palabra.

- Vale – le dije sonrojada

- ¿Quieres venirte esta tarde a mi casa? - me preguntó

- Vale, pero no puedo tardar mucho que tengo deberes que hacer y son bastantes -le respondí

- Tranquila, te iba a decir si me ayudabas a mi – me dijo riéndose

- Vosotros dos, ¡fuera de la clase! - chilló la profesora

Menos mal que nos ha expulsado, así podemos hablar mejor sin asignatura por el medio.

- Pues eso, te vienes a mi casa y hacemos los deberes juntos y así me ayudas, y que mi madre también te quiere ver un rato – me dijo con cara de alegria

- Claro que sí, encantada, mientras tu perro no me muerda – le dije riéndome

- Tranquila, está dominado

- ¿Quieres que lleve algo? - le pregunté

- No hace falta

Llegan las cinco de la tarde y salgo junto a él rumbo a su casa. Por el camino me ha ido explicando cómo hizo la fotografía que tiene en una red social,ya que él es alérgico a los gatos. Madre mia, tiene mil y una historias por contar, eso me encanta.

- Hola mamá, traigo compañía, te va a gustar – chilló nada más entrar en casa – Pasa, pasa – me dijo

- Hijo, para de gastarme brom... ¡MARIA! - me abrazó muy fuerte

- ¡Hola! - le dije dándole un beso

- ¿Qué haces por aquí? - Me preguntó

- Pues nada, César me ha dicho que le ayude con los deberes y que viniese – le dije

- Si, si, con que los deberes, sobretodo eso –dijo riéndose – bueno tened cuidado

Me quedé parada cuando dijo eso, joder, esta familia me está asustando, pero a la misma vez me gusta cada vez más.

- Deja la mochila por donde quieras – me dijo César en su habitación

Observé la habitación, madre mía, era el sitio perfecto, llenos de estanterías de cómics de Manga, lleno de pósters de Anime y muchísimas frases de positividad en la pared.

- ¿Por el amor se hacen locuras? - pregunté

- Era nuestra frase – contestó riéndose

¿Cómo que era nuestra frase? No recuerdo nada.

- ¿Has hecho los deberes de castellano? - le pregunté mirando mi carpeta

- Sí, si quieres te lo dejo, pero con una condición – me dijo

- ¿Cuál? - dije

- Que me dejes tu los de física – me dijo con una sonrisa

- Eso no se pregunta – dije riendo

Al cabo del rato entra su madre para decirnos que ahí encima de la cocina tenemos cosas para merendar, que ella se tiene que ir a trabajar.

- Oye, yo no quería que estuvieras aquí para hacer deberes – me dijo entrecortado

- ¿Entonces que hago aquí? - le dije cabreada

Justo en ese instante se levantó de la silla y me besó.