Recuerdos de la vida

Día 15

''Ring Ring''

- MARIA!! El teléfono! - chillaba mi madre

- ¿Si? - pregunté

- Hola Maria, soy la madre de César – estaba muy nerviosa

- ¿Qué pasa?

- César está en la habitación con música muy alta y chillando, ninguno podemos calmarlo, ¿puedes venir por favor?

- Claro que si, ahora mismo voy, en unos 20 minutos estoy allí

Salgo de casa,joder.. ¿qué coño le pasará? Alomejor le he dicho algo que no recuerdo y le ha dolido, o estará mal por lo nuestro, ppf, que rayada de cabeza. Ya estoy llegando, pico a su casa y sale la hermana llorando y abrazándome.

- Hola, menos mal, César está en la habitación y no le abre a nadie, ni siquiera nos escucha con la música tan alta.

Pico a la puerta y nadie contesta, sigue la música a todo volumen y le escucho que está llorando y chillando de ira.

Cojo mi teléfono y le mando un mensaje:

- Hola, ¿puedes quedar?

- Hola, no puedo estoy con mis padres en el centro comercial, otro día mejor.

- En serio, necesito explicarte una cosa en persona muy importante, por favor sal de tu casa te espero en el parque

Al rato de unos minutos se para la música, pico a la puerta y me abre en calzoncillos, con la cara roja de haber llorado y los brazos arañados

- ¿Qué haces aquí? - me pregunta con lágrimas en los ojos

- No, no, ¿qué haces tú?

- Necesitaba desahogarme y no tengo otra manera de hacerlo.

- ¿Eres gilipollas? ¿Te crees que así eres mejor?

- Si que lo soy no sirvo para nada, me arrepiento de muchísimas cosas que he hecho en mi vida, y así es como me desahogo, lo siento

- ¿De qué te arrepientes?

- De haber sido tan gilipollas contigo, de no haber contestado a tus cartas, de haberlas tirado en la basura de la calle, de haberte tratado fatal, de no darme cuenta del aprecio que me tienes, de ponerte a parir a tus espaldas.

- Tranquilo, por eso mismo no tienes que hacer lo que estabas haciendo, ¿tu sabes el susto que le has dado a tu familia? ¿Y el susto que me has pegado a mi?

- Lo siento, lo siento. ¿Qué me querías contar?

- Nada, era para que salieras de la habitación, para que abrieras la puerta.

Me giro y está la madre de César llorando, y mirándonos, el padre estaba con la lágrima casi afuera y su hermana abrazando a la madre.

- Maria, muchas gracias por lo que has hecho – me agradeció su padre de todo corazón