Día 13

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Iba por la calle para despejarme un poco de todo lo que me está pasando. En mi cabeza  iba reflexionando:

- ¿Porqué aparezco en un lugar y al momento estoy en otro? ¿Porqué César parece ser bipolar? ¿Porqué no me quiere dirigir más la palabra? Tampoco fue tan malo decir eso, o alomejor sí, pero ¿porqué le a afectado tanto?

- ¡Hola! - dijo alguien por la calle

Levanté la mirada y vi a una mujer, sí, aquella mujer me sonaba de haberla visto muchísimas veces, literalmente, era la madre de César, ¿porqué me tenia que encontrar con ella?

- ¿Cómo estás María? ¡Cuanto tiempo! Desde que no viniste aquel día a jugar a la play en casa no te he visto más el pelo por ahí – me dijo sonriendo

Lo bueno que tiene esta mujer es que siempre te acoge con una sonrisa, espera, ¿qué ha dicho? ¿que estuve en su casa jugando a la play? ¿Cuándo?

- Pues bien la verdad, con mis altibajos pero como siempre, no me puedo quejar – le dije

- Me ha contado César que os han sentado juntos en clase, está muy contento de tenerte en clase al lado. Dice que le ayudas mucho

- Sí, a mi también me gusta estar al lado suyo, ya que las bromas que hace son buenísimas, y sí le ayudo bastante en tema agenda y todo eso

- ¡Ostia Maria! Llego tarde al trabajo, tengo que salir pitando, lo siento, haber si un día César te invita a casa. Está enamorado de ti.

- Adiós – contesté pensativa

Espera, espera, ¿ha dicho que está enamorado de mí?  

Recuerdos de la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora