Día 5

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-¡Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz, te deseamos todos, cumpleaños feliz! -cantaban mis amigos

¿Mi cumpleaños?¿Ya? ¿Dónde está César? No le veía, dijo una frase a medias, no la terminó...

Cuando acabaron decantarme el cumpleaños feliz, fui hacía mi amiga Noelia que estaba junto a Alba a preguntarle donde estaba César.

- Chicas, ¿habéis visto a César?

- Si, estaba en la cafetería porque no se encontraba muy bien y no quería estar con todos- me dijo Noelia

- Gracias – les dije

La cafetería estaba al lado de mi casa, que es donde estaban haciéndome la fiesta, fui hacía allí y si que estaba ya pagando la Coca-Cola que se estaba tomando.

- César, ya invito yo-le dije

- No, no. No pagues nada, he venido aquí para estar solo, por favor no, todo asido culpa mía, lo siento- me dijo llorando

No pude verlellorar y le di un abrazo, pero no un abrazo normal, sino de los quenunca había dado.

- ¿Qué hapasado?-le pregunté cuando paró de llorar

- ¿No teacuerdas? He roto la escultura que tenías de tu abuela, lo siento-empezó a llorar

- Tranquilo, nopasa nada

- Le tenías muchocariño, siempre hablabas de esa escultura, haré lo que quieras deverdad.

- No pasa nada, noera la escultura lo que me hacia feliz, era su recuerdo, perotranquilo, no pasa nada, vuelve a la fiesta, están todos allí, y siquieres quédate en mi casa a dormir- le dije con una sonrisa.

La verdad es quese alegró bastante, me dio la mano y salimos de la cafetería hacíami casa.

Por el camino seacercó un compañero discutiendo con César.

- Gallina!

- Oye, cálmate queél no ha hecho nada- dije

Empezó a pegarmey César se cabreó.


- ¡Para ya!

Recuerdos de la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora