Los Juegos del Hambre: El Origen

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Cuando llego a la planta 4, lo primero que me encuentro al salir del ascensor es a Chelsea, ilusionada y esperanzada en que me haya salido muy bien la sesión privada:

-¡Kipper! ¿Qué tal ha ido todo?

- Creo que no lo he hecho mal-Digo insegura, pero sonriendo para no preocupar a Chelsea. Realmente no sé lo que me espera. No sé como de exigentes son los Vigilantes, y a pesar de mi gran final en la sesión, la mayor parte del tiempo he estado demasiado apagada.

-Seguro que lo has hecho fantástico. Vete a tu habitación, cámbiate y descansa, te avisaré para la cena.

-Gracias.

Cuando llego a mi habitación lo primero que hago es cambiarme la incómoda ropa de entrenamiento, y me pongo algo más cómodo. Mi siguiente paso es dejarme caer en la cama y me quedo dormida en un instante. Una vez más, es Chelsea la que me despierta tocando a la puerta. Si ya estoy derrengada y ni siquiera han empezado los Juegos del Hambre, no me imagino como estaré cuando esté en la arena, aunque este pensamiento tan solo pasa fugazmente por mi cabeza, ya que tengo otras preocupaciones, empezando por las entrevistas de mañana. No tengo ni idea de como tengo que actuar. Como ya es habitual, Zayad y yo tendremos una seria conversación con nuestros mentores hoy.

Zayad y yo llegamos a la mesa prácticamente a la misma vez, y luego se sienta Midem, que se había levantado a por bebida. Una noche más, todo tipo de exquisiteces llenan la mesa. Yo no tengo hambre, así que no como mucho. Me dedico durante la mayor parte de la cena a beber agua. La charla la comienza, como viene siendo habitual, Carena:

-Bueno chicos, mañana son  las entrevistas con los tributos. Es una gran oportunidad para atraer a patrocinadores, por no decir que es la última vez que podéis convencer al público, ya que en dos días estaréis en la arena. Espero que seáis conscientes de la importancia de la entrevista de mañana.

-¿Cómo son las entrevistas?-Pregunto, porque no tengo ni idea de la clase de preguntas que nos harán, ni por donde irán dirigidas, ni de que debo decir ni de como debo actuar. 

-Bueno, Zephires Browns, él os entrevistará. Su trabajo es hacer que el publico se enganche a las entrevistas, así que hará preguntas comprometidas, aunque siempre intentará que el público participe y conecte con los tributos. Su deber es hacer que los espectadores pasen un buen rato.-Responde Doster- Carena y yo hemos estado pensando en ello, y mañana aprovecharemos el día para entrenaros de cara a las entrevistas. Además, hemos hablado con Midem y Crais.-Comenta, señalando a Midem con un breve gesto.

-Sí, vuestra vestimenta se ajustará a la actitud con la que afrontaréis las entrevistas.-Interviene Midem.

-¿Y con qué actitud debemos ir?-Pregunta Zayad.

-Tenéis que ser transparentes. Si no queréis sonreír, no sonriáis, si no queréis agradecer nada al Capitolio, no lo hagáis, intentad responder a las preguntas sinceramente, sed vosotros mismos.-Nos explica Carena, de forma muy pausada, como si quisiese convencernos de una idea que sabe que no nos agradará, y de hecho, a mí no me agrada nada. 

Justo cuando voy a realizar mi primera queja, Doster interviene.

-Os sugiero que intentéis llegar al público, conectar con ellos.

Después de eso, no me queda más remedio que hacerles caso. Mañana nos prepararán mejor para las entrevistas, así que al menos no iré a ciegas. Chelsea sugiere que nos acabemos el postre en el salón principal, porque no queda mucho para que retransmitan las notas que nos han puesto los Vigilantes a los tributos. Todos nos vamos y nos acomodamos en el salón con nuestros postres. La nota debe ser del uno, que es la nota mínima, al doce, que es la máxima.  No sé que criterio tendrán los Vigilantes para calificarnos, pero está claro que tendrá un gran impacto para los patrocinadores. Esta noche se verán cuales son los tributos que tienen más opciones de ganar, y eso hará que los patrocinadores no duden en invertir dinero en los tributos con mejores cualidades.