Llegamos a mi casa, aparque la moto en frente de la puerta. Ayude a Leila a bajarse de la moto, más bien se cayo encima mio, como de normal, a este paso se le volverá una costumbre. Entremos y empecemos a subir las escaleras. Empiezo a pensar que quizá se caiga siempre porque estoy yo, y se pone nerviosa. Tal vez ella sienta lo mismo que yo, quién sabe. La mire, ella me sonrió. Al fin llegamos a la quinta planta, mi vivienda.
-Llama a quien sea, te quedaras a dormir hoy-le dije.
-No hace falta, vivo sola con mi hamster-dijo Leila.
Observaba hacia todos lados buscando a mi hermana, Mia. Entré a su alcoba y allí estaba, tumbada en la cama leyendo.
-Hermana ¿Me haces un favor?-le suplique.
Dejo el libro en la mesa de noche, se levantó y se puso las deportivas, ya que estaba descalza.
-Por supuesto-dio un salto para levantarse.
-¿Podrías ir a comprar ropa para Leila?-le dije.
Asintió con la cabeza. Se puso encima de la ventana, por lo tanto se transformó en gato. El gato era naranja y con mucho pelaje. Salto por la abertura, me asome para ojear, había caído en un colchón. Siempre todo bajo control, pense.
Me volví hacia mi alcoba, donde se encontraba Leila, se había acomodado y estaba echada en la cama. Oh, jaja, yo de ti no habría elegido ese sitio, pensé. Me coloque con una silla delante de ella, su cara era de aterrizada. Di unos pequeños saltos y me abalance sobre ella. Le había cubierto entera por mi cuerpo, tenía los ojos cerrados con terror absoluto.
-¿Leila?-le susurre-¿Sigues viva?-le dije a pocos centímetros de su cara.
Entrecerró los ojos para mirarme a través, al escuchar eso los abrió de golpe, frunciendo el ceño.
-Por mi desgracia, sí-decía Leila.
No sabes las ganas que tengo de besarte, Leila. Pero obviamente eso no se lo dije, una vez más me lo guarde para mi interior. Tengo siempre la oportunidad, pero no la ocasión.
Así que con una mano le sujete las dos manos suyas, ya que eran diminutas, y procedí con la que tenía libre a hacerle cosquillas. Aguanto la risa por varios minutos, pero nadie puede contener nada durante mucho tiempo, al fin y al cabo lo acaba soltando. Como en el caso de ella.
-JAJAJAJA, PORFAVOR PARA, PUAJAJAJA-se carcajeaba continuamente.
La miraba mientras le hacía cosquillas, se le saturaron los ojos de lágrimas, de tanta felicidad. Me encantaba verla así, siempre estaba de mal humor, o herida por un guardián.
-¿Que me das a cambio?-le rete.
-Lo que quieras,pero porfavor para-decia riendose.
Me levante, conteniendome. Contemple la hora, era tarde, las tres de la mañana. Leila bostezo estirandose, seguidamente se limpio las lagrimas de los ojos de tanta tortura.
-Ponte este pijama y duerme, ya es tarde. Necesitas fuerza para mañana-le dije rebuscando el pijama para dárselo.
Di media vuelta para que se cambiase, al parecer me demore mas, ya que se había puesto el pijama rápidamente y había caído dormida. Me acerque a su lado, para acostarme junto a ella. Al rato de dar vueltas pensando, me dormí.
(para más detalles la foto de arriba)
Me desperté junto al amanecer. Noté algo extraño, tenía a Leila literalmente encima mio, me habia babeado el pecho. Que asco, pensé. Se veía tan bonita cuando dormía, que decidí no moverme para no despertarla. Hace tiempo que le he querido decir tantas cosas. Estaba dormida, supongo que no escuchara nada.
-Te quiero, Leila-susurre.
Eso, fue lo único que quise decirle, había algo por dentro de mi que no lo soportaba más.
Hoy, le explicaría algunas cosas sobre lo que ella es. Ayer... No es que fueran gente mala, pero lo que pasó en el pasado me hace desconfiar de ellos dos. Empecé a pensar, pensar lo que pasó...
"15 de noviembre de 1970.
Ya no lo soporto mas Lucas, tenemos que olvidar, volver a empezar de cero. Aquel dia... aquel dia, no solo cambiaste tu, nos hizo cambiar a todos. Lamento mucho, no solo de mi parte, de todos los Terraneos. Aquella guerra de 1958, cuando los Tolus lucháis contra aquellos que se oponen a los nuevos reglamentos. De verdad Lucas, lamento mucho haberte dejado tirado en medio de todo, lamento que todos los Terraneos se retiraron, dejando a las las demás razas desprotegidas. Espero que algun dia me perdones y podamos volver a ser lo que éramos.
Atte: Yasmín Delevingne"
Recuerdo aquella carta como si fuera ayer, aún sigo sin perdonar lo que le hicieron a mi y a mi gente, los Tolus no merecíamos tal cosa en ese momento. Eso creo que fue la principal causa, que ya no informemos tanto a los Terraneos de lo que sucede.
Leila empezó a moverse, se estaba despertando. Ya era hora de que se despertase. Levantó la cabeza de golpe haciendo que se golpeara contra mi barbilla.
-Ouch-dijo Leila.
Se alteró, al instante que pareció darse cuenta que estaba yo debajo, dio un giro hacia un costado. Me levante, seguidamente ella hizo los mismo. Le cogí del brazo para dirigirla, olía muy bien a bacon, la lleve hasta el comedor, donde Mia había preparado el desayuno para los dos. En el sofá, se podía observar que había varias bolsas, de al parecer ropa. Mia siempre tuvo muy buen gusto para vestir, por eso le mande a ella. Nos pusimos los tres a desayunar.
-Leila. Hoy iremos a un sitio, ponte ropa comoda-me dirigi a ella.
-¿Se lo vas a contar?-dijo Mia.
-Necesita saberlo-dije terminando el desayuno.
Leila estaba observando sin saber qué pasaba, haciendo caso a lo que dije se fue a vestir, yo hice lo mismo, poniéndome algo como y fácil de secarse.
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Me gustaría preguntaros si queréis que Ana vuelva a salir en la historia, ella no tiene ningún poder. Gracias ^w^
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No tengas miedo [EN PAUSA]
FantasyPrimer libro de la saga Remember [EN PAUSA] <Si quieres seguir leyendo esta maravillosa historia, ves al nuevo libro donde sigue el mismo camino que este, pero de una manera más madura y serena.> Los humanos son unos incompetentes. ...