Capítulo 3

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━ ¡MIAAA! ━ grito Lucas desesperado.

Olía a una fragancia de tulipanes, y lo supe, era ella.

━ Ya voy, ya voy, que pesado eres ━ dijó Mia.

━ Ven aquí por favor ━ la rogé mientras ponía a la chica en el sofá.

Se acercaba por el pasillo y se quedó en el comedor. En cuanto vino abrió la boca sorprendida y no hizó más preguntas.

━ Traeme la caja del baño ━ dijo Mia.

Se la traje sin rechistar ya que estaba bastante grave. Una vez la tenía fuí y se la puse al lado, me aparte para que hiciera lo suyo.

━ Primero le curare la herida de la ceja, ya que parece más reciente ━ me explicaba ━ ¿Como se la hizó?

━ Larga história ━ me salió una pequeña risita.

Delicadamente le puso unos puntos en la ceja y dejó que su cuerpo hiciera lo demás. Una vez le curó la ceja, fue a las costillas, pusó sus manos en ellas, cerrando sus ojos empezó a transpasar energía violeta. Mi hermana Mia era mitad bruja, no del todo, ya qué nuestra madre era una Tolus y nuestro padre Fauno. Yo heredé todos los poderes de mi madre, pero Mia, ella sacó un poco de los dos. No se puede mutar en agua, pero puede transformarse en un animal, el mismo que nuestra madre, un gato. Ha sacado mayores poderes de padre. Lo que a mi me parece raro, es que si la Fauna* son hadas, porqué ella no lo es. Siempre me quedo esa duda.


Me estaba duchando cómodamente, para la cita de esta noche, tube que cancelar la última vez que quedemos, porque tenía que vigilar a la chica misteriosa y mi hermana se tenía que ir. Escuché a alguién gritar de dolor y decir algo.

━ ¿Donde estoy? ━ gritaba ls chica.

Paré el agua y volvi a mi forma de humano, después me puse la toalla enrollada a la cintura, para salir hacia el comedor.

━ ¿Estás bien? Menuda siesta te has metido ━ le dijé con sarcasmo.

━ A ti que te parece... Tengo una venda en el torso y brechas en mi ceja favorita ━ me miró entre cerrando los ojos.

━Creo que ya no sera tu favorita ━me reí.

Ella me miró con unos ojos como platos al ver que solo tenía una toalla, no se lo niego estoy de muerte. Literalmente casi se muere.

━Al menos podrías vestirte para tus invitados ━dijo cruzando los brazos.

━La verdad es qué, a mis invitados se su nombre. Chica misteriosa ━le dije.

Ella volteó los ojos irritada.

━Aún estas con eso ━tosio.

Le miré con atención a la espera de aue me lo dijese. Pareció no querer hacerlo, hasta que cedió.

━Bueno va -dijó ella mirando hacia otro lado.

━Sabes que no tengo todo el día ¿verdad? ━le dije.

━Vale ansía. Me llamo Leila Powell, pero mis amigos me llaman Lei ━dijo jugando con la venda.

━¿Te puedo llamar Lei? ━le dije.

━Nó. Tu no eres mi amigo ━me miró fijamente.

Tenía demasiadas cosas que hacer, como para seguir jugando a sus jueguecitos. Me volteé para ir de nuevo a la ducha, me metí tras la mampara y termine de ducharme tranquilo. De verdad me encanta la sensación de volverme agua. Me arreglé un poco para que no saliera saliera corriendo. Fuí al comedor a coger mis llaves, que estaban en la mesa de la tele.

━¿A donde vas tan arreglado? ━dijó Leila, al fin de pie.

━No te importa ━le saqué media sonrisa.

━Mia me a dejado ropa suya ¿Te gusta? ━dijo Leila distrayendome.

━Mejor que la sangre, sí

Me quede en silencio un rato y luego fui a por la chaqueta, cuando Leila se empieza a poner las bambas tosiendo, me paró un momento para ver si esta bien y cogó la riñonera junto el casco.

━Te piensas que me ibas a dejar sola aquí, en tu piso ━dijo Leila cogiendo el casco rosa de mia, que estaba junto al mio.

━Sí ━le dije.

Salí rápidamente y obviamente me siguió, le costaba caminar, por lo que fuí todo lo frío posible que pude. Hasta que me giré para mirar, la observaba bajando cuidadosamente, peró se resbaló. Oh no.
No podía permitir que se hiciera daño y así cancelar mi cita de nuevo, esta vez no me ibas a arruinar mis planes.

Me abalancé hacia ella. Al caer yo estaba delante, por lo que no pudo hacerse daño. Y ahí estábamos, ells pegada a mi como una lapa, sin intención de despejarse. Sentía su aliento en mi boca y el roze de su nariz contra la mía, sobretodo su inquitante mirada que subía y bajaba constantemente, de mis ojos a mis labios. En ese momento se me pasaron muchas cosas por la cabeza, pero lo que no dejaba de molestar, eran las increíbles ganas dd besarla, esos labios mojados que por alguna razón se me hacían irresistibles. Sin pensarlo, ella ya se había anticipado y se acercaba para juntar nuestros labios. Con todas mis ganas la besé, de tal manera que no importaba aquel asqueroso lugar, simplemente nosotros, nuestros labios y su inexperiencia para besar. Porqué besarla a ella, Leila, la persona que me causa extraños sentimientos, era como recordar los tiempos en que me volvía loco el algodón de azúcar. Pero todo se desvaneció en un instante cuando me aparté de golpe.

No tengas miedo [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora