Díme lo que ocultas.
No comprendo nada de lo que acaba de suceder delante de mis ojos.
Analizo la situación y es muy poco común. ¿Por qué persiguen a Brad? ¿Qué a hecho? ¿Qué quieren hacerle?
Necesito preguntarle, necesito saber que pasa.
Quizá sea demasiado cotilla, o sea demasiado entrometida, pero realmente quiero saber que pasa por la cabeza de ese chico, por que le persiguen, por que le hacen daño.
Cuando esta curiosidad me salta, mi madre siempre dice que son por los genes de periodista, que he salido a mi padre.
Mi padre es periodista internacional, y siempre está fuera de casa, hace barios meses que no está aquí, pero manda dinero a menudo, por lo tanto mi madre no tiene necesidad de trabajar para mantenernos, aunque el sacrificio de no ver a mi padre no es poco.
Cuando por fin acepto que acaba de pasar, los hechos que he presenciado, salgo de ese edificio y camino hasta mi casa, a unas cuantas calles lejos de esta.
***
Al día siguiente, cuando voy al instituto, veo a Brad en la esquina donde estaba ayer. Sin embargo, el golpe en el ojo que al parecer Connor le propinó ayer, se ve a distancia. No me gusta, sin embargo siento lástima por él.
Al parecer se da cuenta de que le estoy observando, y aparta la mirada me mi, aunque no antes de mirarme mal.
Mas tarde, en matemáticas, no soy yo la que le observa a él, si no que soy yo la que siente su mirada clavada en mi espalda. Me mira, y muy descaradamente.
***
Así fueron los tres días siguientes, tres días de vagos intercambios de miradas frías.
Pasó todo un fin de semana hasta que al fin el lunes le volví a ver. Esta vez tenía pensado hablar con él. Necesitaba preguntarle por que me miraba así, aunque probablemente él me lo preguntaría también.
Al salir del instituto, les digo a Alison y a James que no me esperen.
Durante estos días, he llegado a la conclusión de que Brad debe de deber dinero, por eso le persiguen. ¿Pero cuanto?
Voy a la esquina donde él siempre está.
Cuando me ve llegar me mira alterado.
“¿¡Que haces aquí!?” grita. Retrocedo un poco.
“Venia a hablar de lo que pasó… ya sabes, hace unos días.”
“Te dije que lo olvidaras.” Dice enfadado.
“Lo se, pero no puedo.” Digo fría. Ahora la dura soy yo.