♦️Capítulo 16♦️

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—¿Oíste eso? —preguntó Selina a Ivy en un susurro.

La pelirroja asintió con la cabeza. Ambas se habían despertado en la madrugada porque escucharon ruidos extraños provenientes de el cuarto de baño. Ellas llevaban en mano sus "armas", Selina se puso sus guantes con garras de felino e Ivy tenía sus plantas consigo recorriendo los estrechos pasillos.

—¿Quién está ahí? —dijo al aire Ivy fuera de la puerta de donde provenían los sonidos.
—Espera. —se detuvo la chica gato en seco. —¿Harley está en su habitación? —le preguntó a la pelirroja.
—No, no lo está. —habló Ivy al abrir la puerta de la habitación de la rubia y no encontrarla allí.

—Me lo suponía. —se dijo a sí misma, Selina. —¿Harley? —preguntó tocando sutilmente la puerta del cuarto de baño.
—Si. Soy yo. No se preocupen. Estoy bien... —dijo la chica saliendo del baño, con los cabellos despeinados y el maquillaje por toda la cara.
—¡Oh, por Dios! Harl, parece que te han tirado un balde de agua del drenaje. —habló la pelirroja tomando los brazos de la arlequín, ya que se tambaleaba.
—¿Estabas vomitando? —le preguntó Selina a Harley.
—Si. —la rubia asintió.
—Seguro te hizo mal todo ese helado que te comiste. —habló ayudando a la pelirroja a encaminar a Harley a si cuarto.
—¿Helado? —dijo Ivy.
—Así es, en la tarde comió como si no hubiera hecho nunca. —mencionó riendo por lo bajo.
—Ay, Harl. —habló la pelirroja.
—Bueno, tenía hambre. —respondió la rubia.

Al llegar a la habitación, las chicas recostaron a Harley en su cama y la ayudaron a poder descansar.

—Entonces...¿has comido demasiado, tuviste náuseas, vomitaste y te da vueltas la cabeza? —habló Ivy observando la situación.
—Seguro tienes un mal en el estómago y es algo pasajero. —le dijo Selina a Harley, sonriéndole.
—Será mejor que mañana mismo acudas al doctor. —mencionó la pelirroja.
—Gracias, chicas. Por preocuparse por mí. Si me sigo sintiendo mal, mañana mismo iré, se los prometo. —les dijo a ambas, antes de dormirse de nuevo.

Al día siguiente, la rubia siguió enferma, pero trataba de ocultárselo a sus amigas. Por la tarde, salió con la excusa de que debía arreglar unos asuntos con su hermana; pero en realidad había ido con un Doctor. Obviamente, la chica trató de vestirse lo más normal posible para no ser descubierta.

—¿Y? ¿Entonces que tengo, Doc? —le preguntó la arlequín, preocupada.
—Pues...no se me ocurre nada más que felicitarla. Seguro su esposo estará muy contento. —
—¿De qué habla? —
—Srta. usted está embarazada. —soltó sin más el hombre con bata blanca.
—¡¿Qué?! —gritó la rubia levantándose bruscamente de su asiento.

Al salir del lugar, Harley no paraba de pensar en la noticia tan grande que le había dado el doctor.

"¡¿Cómo puede ser posible?! ¿Cómo podré mantener yo a un hijo? O hija, en todo caso. ¡Joker no puede enterarse! Aunque sea suyo no puede saber de su existencia."

Pensaba mil y una cosas, caminando por las calles, regresando a la casa donde vivía.

Mientras caminaba, volvió a pasar por el escaparate con ropas para bebé de nuevo. Ahora lo veía con alegría al pensar que en algún momento vendría a robar la tienda.

"¡Ha, ha, ha!"

Escuchó esa infame risa de nuevo detrás de ella.

—Oh, no. Otra vez, no. —se dijo a sí misma retrocediendo lentamente al ver la sombra de aquel hombre de cabellos verdes.

"Love me Better" Jarley [REESCRIBIENDO Y EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora