Twitter; Paulo Dybala

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En alguna escuela pública de Laguna Larga, Córdoba.

Tessa suspiró con cansancio cuando llegó al kiosco de su escuela y se encontró con una larga fila de personas que, como ella, esperaban comprar algo en los diez minutos de recreo.

Por ese momento odio que Candela haya faltado ese día, pues era ella quien siempre lograba escabullirse entre las personas para comprar más rápido.

Pero todo pensamiento se esfumó de su cabeza cuando sintió que alguien le tocaba el hombro.

- ¿Vos sos Tessa?

Un chico alto, probablemente de último año ya que llevaba la campera de su promoción, estaba a centímetros de ella con una sonrisa leve.

- Sí. - asintió, preguntándose por qué le hablaba.

- Soy Seba, y quería invitarme a una joda que hacemos este sábado.

La chica alzó una ceja confundida, no lo conocía, ¿por qué la estaba invitando a una fiesta de la nada?

El tal Seba suspiró, pues él esperaba no tener que delatar a su amigo. - El chico de allá, Lauti, - señaló a un grupo de chicos que miraban atentos la escena. - me mandó a invitarte.

- ¿Y por qué no viene él?

- Qué se yo, es medio bobo.

Tessa rió y aprovechó las miradas de los chicos para levantar su mano y saludarlos. - ¿Dónde dijiste que es la fiesta? - Preguntó volviendo sus ojos a Seba.

- En una quinta, la de Lautaro.

Seba prosiguió a pedirle su número de celular con la excusa de que le enviaría por WhatsApp la dirección del lugar, obviamente no haría más que dárselo a su amigo.

- Podes llevar a alguien. - Culminó el chico, hizo un movimiento con la cabeza y se giró para alejarse.

Mientras tanto, Tessa seguía mirando al grupo de amigos que ya no le prestaban atención, a excepción de uno: Lautaro. Se le hacía vagamente familiar.

Él notó su mirada y lo tomó como una invitación a acercarse, mientras que Tessa, por su parte, apenas escuchó el timbre y comenzó a caminar hacia su aula.

- Bueno, te conseguí el número y que vaya a la joda, - Dijo Seba una vez que estuvo junto a su amigo. - ¿ahora me decís por qué es tan importante?

- ¿No la viste? - Interrumpió Lucas, otro del grupo. - Está re buena.

- No es para mí.

Y dicho eso, Lautaro también emprendió camino a su salón.