TESSA HALE
Luego del partido, que desgraciadamente terminó en una derrota para Argentina, entre todos decidimos salir a cenar a algún lugar del centro de Córdoba.
La cuatro por cuatro de Luqui esa noche se me hizo más chica que de costumbre, seguramente por el hecho de tener a Paulo a mi lado, lo que me provocaba más calor del que ya hacía afuera.
Mi mano estaba entrelazada con la suya por pura costumbre, porque fuera de eso, ni él ni yo emitiamos una sola palabra.
- Una pizza extra grande y tres porciones de papas fritas, - ordenó Lauti a la mesera. - gracias.
Ella se retiró después de incluir dos Coca-Cola y dos cerverzas a la orden.
- ¿Y qué se sintió jugar con la Selección, Pau? - preguntó Cande frente a nosotros, que seguíamos sentados uno junto al otro. Luqui estaba en la punta y Lauti con Cande del otro lado de la mesa.
- Es increíble, estaba a punto de llorar. - rió.
- Hubieses visto a Tessa, casi se muere cuando entraste.
Él me miró y temblé. Estaba a nada de colapsar.
- No lo dudo. - me sonrió con calidez mientras su mano le daba un leve apretón a la mía, acto que me tranquilizó mucho. Quizás no estaba tan enojado como yo pensaba.
La cena transcurrió normal, inclusive decidimos hacer video-llamada con Sebastián para que saludara a Paulo. Luego de dividir la cuenta y cada uno pagar lo suyo, como siempre lo hacíamos, nos retiramos del lugar entre risas y empujones.
- Esperen acá que nosotros vamos a traer helados. - anunció Cande de la nada, pero su sonrisa divertida dejó en evidencia que sólo era una excusa para dejarnos solos.
- Tenemos que hablar sobre lo que pasó en Buenos Aires. - me recordó apenas los chicos se alejaron unos metros.
Suspiré. - Bueno, pero antes tenemos que hablar el por qué todo Twitter me trata de cornuda por una tal Antonella.
Ahora él pareció no tener ganas de abrir la boca.
- Antonella es una amiga, ya te lo dije. Vos sabes como son en las redes, inventan cualquier cosa.
- Bueno. - desvíe mi mirada a la calle.
- Tessa, te estoy diciendo la verdad.
- Paulo, me llegaron fotos de ustedes en Italia, deja de verme la cara de estúpida.
Paulo suspiró cansado. - Sí, salimos un par de veces a comer, como vos salís con Luqui o Seb, nada raro.
- ¿Y Dana Piero?
- También es mi amiga.
- O ex. - solté con bronca. - Me lo dijo ella misma, no quieras negarlo también.
- Fuimos novios a los catorce, Tes, no tuvo ni tiene importancia para mí.
Puse los ojos en blanco. - Si vos decís.
- ¿Y vos cuando pensas decirme qué hacías en pedo en Buenos Aires, y por qué pusiste en alquiler tu departamento?
- ¿Ahora vamos a hablar de mí? Bueno. Fui para vender mis diseños a alguna empresa, porque sí, me quedé sin plata, y por la misma razón alquilé mi departamento.
Paulo se sorprendió de mi brusquedad.
- Y yo sí te estoy diciendo la verdad. - finalicé.
- Tessa, - se puso frente a mí. - yo te amo y soy completamente sincero con vos, ¿qué más necesitas?
- Paulo, tenes que entenderme. Es difícil para mí cuando vos estas al otro lado del mundo, te siguen muchas chicas más lindas que yo y tenes la vida resuelta cuando yo estoy buscando como mantenerme. Yo te amo también, más de lo que a veces quisiera, y no te das una idea de como odio ser así de desconfiada pero...
Volvió a interrumpirme como muchas otras veces lo hizo: con un beso, el cual duró menos de lo que hubiese querido.
- Todos y cada uno de esos problemas tienen una sola solución, y es que te vengas a Italia conmigo.
Reí sarcasticamente. - ¿Y dejar la Facultad así porque sí? ¿Dejar mi vida acá?
- No te dije nada antes porque quería hablarlo en persona, pero el club quiere que aprenda a hablar inglés y...
- Y me sugeriste como traductora. ¿Cómo no lo pensé antes? - musité con sarcasmo. - Ah, sí, porque yo no pretendo que me resuelvas la vida, Paulo.
- Pero la puta madre, Tessa. Deja de ser tan cabeza dura, ¿podes? Estoy haciendo esto de buena fe, no porque quiero arreglarte la vida. - alzó la voz. - Si yo no fuese futbolista también buscaría la manera de ayudarte en todo, pero no, porque como tengo plata no dejas que haga nada lindo con vos, porque según decís todo es con la intención de volverte una inútil mantenida. ¿Sabes qué? Me parece perfecto que tus padres te hayan inculcado esos valores, pero afloja un toque, todos necesitamos ayuda alguna vez y vos no sos la excepción.
Me quedé sin palabras frente a él, quién comenzó a pasar sus manos por su cabello y tirar de él fuertemente, tratando de controlar su enojo. Nunca lo había visto así, por lo que no emití ninguna palabra hasta que volvieron los chicos.
Al parecer ellos esperaban vernos sonrientes al volver, pero era todo lo contrario. Sin decir nada todos abordaron la camioneta y, de paso, Lucas nos dejó en el departamento de Candela mientras iba a dejar a Lautaro y a Paulo en su hotel.
- ¿Entonces no arreglaron nada? - preguntó mi mejor amiga apenas abrí la puerta.
- Creo que empeoramos.
- Lo siento.
Negué. - No es tu culpa. Al final, soy yo la que no se deja querer.
- No digas eso, Paulo te va a amar a pesar de todo, pero Tessa, es hora de que te la juegues por lo que sentís.
No respondí. Me despedí de ella camino al cuarto que ocupaba mientras estaba en su departamento. Dejé mi celular en la mesa de luz y fui a ducharme, para cuando volví noté que tenía un nuevo mensaje.
Y como no podía ser de otra forma, era Paulo.
Paulo💘
Voy a estar en el país hasta mañana a la noche. Tenes hasta entonces para pensar y decidir lo que queres hacer. Te amo, siempre.

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Twitter; Paulo Dybala
ספרות חובבים@paulodybalajr te ha seguido Hermosa portada hecha por: @BeMyGarrix xoxo_lu 2016