" siempre cuida de tus hombres " de repente recordé las palabras del mayor, agarre el wokitoki y me comunique con el apache, pedí que volvieran, prometí que estarían seguros.

Cuando llego ice que mi equipo subiera y luego los que aun seguían en pie, pero no podía subir si lo hacia sus vidas estarían comprometidas.

Di la orden para que se alejaran, claro mis compañeros no quisieron y me gritaban cosas mientras el helicóptero despegaba, no les escuche bien porque estaba concentrado en derribar a esos malditos cadáveres.

Las balas no me duraron más de un minuto, pero el helicóptero ya no estaba solo me quedaba ser zombificado.

—A la verga yo no moriré en este lugar—eche a correr lo más rápido que podía con cuidado de no hacer algún ruido que los atrajera cerca de mí.

Corrí por una hora si detenerme, llegue a un edificio y me escondí, la adrenalina podía hacer cosas increíbles.

Cuando la noche oculta el día mi cuerpo solo me pedía un descanso, pero no podía dormir que tal si me atacaba un cadáver, de todas formas cedi y caí dormido sin ninguna preocupación.

Sentí un pequeño remesón, abrí lentamente mis ojos pestañe por unos segundo y di un salto al ver a un hombre ya de edad que me miraba.

—Tranquilo, tranquilo no te are daño—

Claro que no me aria daño soy un adolecente entrenado por militares desde los 4 años, pero asentí haciéndole creer que era un chico indefenso.

—¿Tienes hambre?—Pregunto y afirme con la cabeza—lo siento no tengo nada para comer—

Me puse a regir, no sabía para que preguntaba si no podía darme de comer.

—No se preocupe—le dije al detener mis carcajadas—puedo soportar una sema sin comida—

Pareció alegrarse y estiro su mano, no desconfié de él solo tome su mano, entonces el me ayudo a levantarme y cuando estaba ya de pie el me sonrió, izo gestos para que le siguiera me tomo un poco de tiempo entender sus muecas.

Afuera Del MuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora