capitulo 23

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Sé que mis notas de autor están siempre en el final de los capítulos pero necesito que lean esta. Los usuarios que quieran recomendar o hacer spam no están permitidos sin mi autorización, después de todo, el libro es mío. Si gustan yo misma puedo recomendar sus historias. Si a alguien le molesta esto, puede decírmelo por mensaje privado y no dudaré en responder. Ahora, disfruten del capítulo.

Un año más tarde...

-Amor! Vamos! La prensa nos espera fuera!- grité impaciente

Hoy era él gran día.

-Voy!- dijo bajando las escaleras radiante- ocurrió un inconveniente con mi zapato- me sonrío

-Mejor no te pregunto, son cosas de chicas- me reí

Caminamos fuera y ahí nos estaban esperando. Esperaron a que nos sentaramos y comenzó la lluvia de preguntas.

-Se van a casar?- preguntó una morena

-Están comprometidos?- preguntó un rubio entre la gente

-Debo confesar algo- dije al micrófono que tenia en frente- si hace un año me hubiesen dicho que terminaría siendo novio de esta hermosa chica, me hubiese reído. Debo decirles que gracias a Calvin Klein el día de hoy estamos juntos, formando un futuro. Por que eso haremos si esta preciosidad me dice que si. Así que mi amor, ¿que dices si te levantas un poco?- la ayudé a levantarse y tomé la cajita de pandora en mis manos.- Scatha Jackson, bendigo el día en el que te cruzaste en mi camino con tu torpeza y tu rara forma de ser, desde hoy en adelante prometo siempre estar ahí para ti, apoyándote en lo que sea, en la salud y en la enfermedad, besando todas tus sonrisas y limpiando todas tus lágrimas- rodó una pequeña lágrima por su mejilla y la quité con cuidado- eres la persona que creo indicada para conocer mi futuro y por esto...¿quieres casarte conmigo?- terminé abriendo la cajita, mostrando un anillo bastante sencillo, como ella.

-Si! Diablos si!- se me tiró encima y caímos al piso. Llenó mi cara de besos y me abrazó fuertemente.

-Scatha-

Desde que Charlie y yo somos novios de verdad, mi mundo cambió por completo. Aún recuerdo el día en el que nos besamos sin ser nada (fuera de contrato), para quitarnos las ganas decía él, pero esas ganas se intensificaron y ya no solo era atracción, era cariño. Tanto costó que Charlie aclarara sus sentimientos por mí, que realmente me tomó por sorpresa su propuesta y jamás pensé que la haría pública. Me sentí algo incomoda por toda la gente que había, me hubiese gustado más un lugar más discreto e íntimo, pero eso no quita que haya sido perfecto. 

Y diablos...me voy a casar! Tengo que comprar el vestido de novia, los zapatos, contratar a una decoradora y bla bla bla. Arrg dejaré que Charlie se encargue de tratar con personas, a mi me carga.

Subo las escaleras y llego a mi habitación. Tiro los tacones por algún lado y caigo rendida en mi cama. Este día ha sido agotador, pero la sonrisa de estúpida no se me quita de la cara.

-Charlie-

Traje, zapatos, decoradora...arg, terrible.

Voy a la habitación de Scatha y abro con cuidado la puerta. Está durmiendo...desnuda. Santo cielo. Entro en la cama con ella y comienzo a dejar besos por toda su espalda, se remueve y me abraza por el cuello.

-Que haces aquí?- pregunta adormilada

-No puedo venir a ver a mi prometida? Además, me debes un baño, juntos- le sonreí pícaro

-Tonto- se río bajito- vamos a darnos ese baño entonces-

-Iré a preparar el agua- dije levantándome

Entré al baño y llené la tina que está cerrada en vidrio con diseño. Dejé condones cerca por si acaso.

A quien engaño, me la voy a coger rico.

-Mi amor...- dije dándome la vuelta- ya está el agua-

-Lo sé - dijo entrando con una bata negra. Se la quitó lentamente, muy lentamente.

Se prendió esta mierda.

La agarro de la cintura y ella me besa desesperadamente.

(...)

-Scatha-

¿A quien mierda se le ocurre dejar las cortinas abiertas? No puedo ni abrir los ojos. Me doy vuelta y veo durmiendo a Charlie, igualito a un bebé. Se ve tan lindo. En este momento podría jurar que no me quedan ganas de mirar a alguien más que a él.

Me levanté y me bañé. Me vestí con mi súper ropa negra (amo la ropa negra) y fui al centro comercial.

Entré a muchas tiendas de vestidos de novia, hasta que encontré el vestido perfecto en la vitrina de una tienda. Entré y pregunté por si tenían el vestido o solo era el de vitrina.

-Creo que tenemos un vestido en bodega, espérame, tenemos un ayudante nuevo y no se ubica mucho en esto- se disculpó la chica- Si Stefano, la vitrina de atrás es en donde van los tacones, arriba los aguja, luego los mas gruesos y así- la veía y escuchaba conversar pero no alcanzaba a ver con quién. Bueno, que me importa a mi, no tengo que ver con eso.

-Clary, encontraste el vestido?- llamó la chica

Me volteo hacia donde estaba la chica hablando con "Stefano" y el está de espaldas (lo que se alcanza a ver).

Yo creo conocer ese cabello y tatuajes...no, no puede ser, es estúpido. Me volteo hacia la chica y Clary que llegó con mi vestido.

Voy al probador y me pongo el vestido junto con unos tacones que encontré en la vitrina.

-Se ve muy bien, señorita, una buena elección- dijo el chico "Stefano" de espaldas, nuevamente.

-Eh, gracias- dije

-Clary sabe donde están las ligas, quizá quiera verlas- dijo

-Tu voz se me hace conocida, nos conocemos?- se volteó y dejó ver su rostro con tan delicadas facciones, solo tenia tatuajes en los brazos pero no excesivos

-Mi nombre es Stefano, y no nos conocemos, señorita- me miró con sus penetrantes ojos grises y apartó la vista. Eso fue raro. 

Terminé de comprar todo y me fui a casa, tengo que terminar de organizar las cosas.

-Stephen-

Se veía radiante. Y vaya que nos conocemos, señorita.

STEPHEN. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora